Para el día de hoy (05/11/11):
Evangelio según San Lucas 16, 9-15
(Jesús es terminante: no puede haber en nuestras vidas dos señores, o se sirve al Dinero o se sirve a Dios.
Lo sabemos y lo vivimos, cuando el dinero pierde su carácter meramente instrumental, se vuelve un ídolo cruel que produce esclavos, genera pobres en serie y deshumaniza todo lo que toca.
Sólo basta una mirada que tome distancia de lo superficial, y todo está allí, a la vista: el Dinero es ese dios cruel y el mercado su religión predominante, a la que la gran mayoría asiste como espectadores pasivos y dolientes, tolerando lo que debería ser intolerable.
Con sólo una letra se trastoca el verdadero sentido: el dinero no es inocuo, el dinero es inicuo.
Desde allí, quizás emprender un camino ético que nos ponga en marcha, superando la razonable tendencia a ideologizar el espíritu: lo que verdaderamente se queda, lo que con certeza nos pertenece es lo quedamos, lo que se entrega sin condiciones.
Volverse servidores de Dios significa empeñar la totalidad de la vida en la compasión y la solidaridad)
Paz y Bien
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