Un nuevo sol -una canción-

Dentro de pocos días, el 25 de mayo, vamos a celebrar por estas latitudes
los 200 años del primer grito de libertad de esta casa común
que se nos ha regalado, y que llamamos Patria.
Es un grito y una tarea inconclusa que camina -a pesar de todo-
por veredas de justicia, esperanza y paz.
Por eso esta canción, que si bien tiene algunos años no pierde vigencia
y es presente su mensaje -será porque las cosas del Espíritu nunca son viejas,
permanecen jóvenes por siempre-
Algunos, como quien esto escribe, recordarán:
en 1987 se celebraba aquí en Buenos Aires la Jornada Mundial de la Juventud,
y teníamos el maravilloso regalo de la presencia de Juan Pablo II.
(Justo con nosotros, que teníamos el dolor reciente de dictadura, de secuestros,
de torturas, de guerra de Malvinas, de pocas esperanzas y mucho espanto
para nosotros, que recién asomábamos temerosos a la juventud.)
En ese Espíritu de esperanza, esta canción sigue plena
y se hace escuchar en nuestro presente, y por eso vale la pena escucharla.
Paz y Bien
Ricardo

UN NUEVO SOL

Una tierra que no tiene fronteras,
sino manos que juntas formarán
una cadena más fuerte que la guerra y que la muerte,
lo sabemos, el camino es el amor.

Un nuevo sol se levanta
sobre la nueva civilización que nace hoy,
una cadena más fuerte que el odio y que la muerte,
lo sabemos, el camino es el amor.

Una patria más justa y más fraterna,
donde todos construyamos la unidad,
donde nadie es desplazado, porque todos son llamados,
lo sabemos, el camino es el amor.

La justicia es la fuerza de la paz,
el amor, quien hace perdonar,
la verdad, la fuerza que nos da liberación,
lo sabemos, el camino es el amor.

El que tiene comparte su riqueza
y el que sabe no impone su verdad,
el que manda entiende que el poder es un servicio,
lo sabemos, el camino es el amor.

El que cree, contagia con su vida,
y el dolor se cubre con amor,
porque el hombre se siente solidario con el mundo,
lo sabemos, el camino es el amor.

El progreso se alcanza con trabajo,
y que el hombre se pueda realizar,
que a la casa del pobre llegue el pan y la alegría,
lo sabemos, el camino es el amor.

Es mi hermano aquel que está a mi lado,
todos hijos del Dios que nos creó,
porque El ha venido a la tierra para unirnos,
lo sabemos, el camino es el amor.

Jornada Mundial de la Juventud - 1987

aquí puede escucharse:

12 comentarios:

Joan Josep Tamburini dijo...

Todo un programa esta canción. Para Argentina y para todos los que nos sentimos cristianos, porque no es, sino el mensaje del evangelio. Un abrazo: Joan Josep

♥Alicia dijo...

...lo sabemos el camino es el amor.

Hola Ricardo pasé por tu blog para saludarte y me encuentro con tan hermosa canción...
Gracias por compartirnos canciones con tanto significado.
Tata Dios te bendiga y te conceda un Feliz Domingo y dias de bendiciones.
Un abrazo fraterno
Paz y Bien
♥Alicia

Anónimo dijo...

Que belleza Ricardo.

Mi abrazo para ti y para todos mis hermanos argentinos.

Ludmila Hribar dijo...

Gracias Ricardo. Que bueno es recordar aquellos momentos tan especiales cuando el dolor se conjugo con la alegria abriendo las puertas a la esperanza. Un abrazo. Ljudmila

Edit dijo...

Gracias por traernos a la memoria esta canción.
Maravillosa...
Dios nos bendiga y seamos capaces de ver el horizonde como lo describe esta canción.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Estimado Joan Josep, es muy cierto: es todo un programa de vida para los cristianos, y un maravilloso camino a recorrer para todo pueblo.
Un abrazo fraterno en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias Alicia! Es un gusto poder compartir y encontrar eco con los demás, iguales sintonías que son reflejo del Espíritu que nos reúne.
Que tengas una semana excelente.
Un abrazo fraterno en Cristo y María.
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Querida Oceánida, muchísimas gracias por la calidez de tus palabras, y por sobre todo, por el testimonio que nos regalas a todos.
Somos varios los que nos sumamos al camino que has emprendido uniéndonos en la oración.
Un abrazo fraterno en el Cristo que nos reúne, y en María del Sí.
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Te acordás, Ljudmila... Eran tiempos de incertidumbres pero también de mucha esperanza, de dolores pero también de certezas de alegrías.
Y Juan Pablo II -tal cual lo nombrás en tu blog- nuestro pastor y amigo allí, en medio nuestro, cantando y bailando, alentándonos a no bajar los brazos.
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Edit, quiera el Espíritu abrirnos los ojos del alma y ver que siempre de la mano de Dios hay más, mucho más, y que podemos construir un destino de vidas más humanas, una Patria que sea hogar de todos, una existencia más plena.
Un abrazo en Cristo y María, en el Espíritu que nos reúne.
Paz y Bien
Ricardo

Augusto dijo...

Siempre sentí esta canción como el gran "Himno" de la Pastoral Juveníl Argentina. Como dijeron por ahí, es todo un "programa de vida". Muchas gracias por compartirla!
La Civilización del Amor de la que nos habló el admirable Pablo VI, y retomó Juan Pablo II, es una idea que me parece profundamente universal, porque no excluye a nadie en su construcción, porque es un desafío que trasciende creencias, religiones, ideologías, opciones políticas, individualidades... Es la Gran Utopía hacia la que todos, de diferente manera, tendemos. Los cristianos la llamamos Reino de Dios y nos esforzamos, con errores y aciertos, a construírlo... Pero sabemos que no somos los únicos que andamos por este mundo siguiendo ese Sueño... otros tal vez ni siquiera hablan de Dios, pero sí de Liberación, de Justicia, de Solidaridad, de Paz, de inclusión, de Derechos Humanos, Igualdad, Libertad, Progreso, fraternidad, Ecología, servicio, Esperanza, Amor... Entonces nos damos cuenta que estamos en el mismo camino. Hablar de Civilización del Amor es no limitar esa Utopía sino universalizarla, es comprometernos desde las propias ideas y creencias sabiendo que no somos los únicos, ni los mejores, ni los poseedores de todas las respuestas y soluciones, tan solo sembradores de semillas en un mundo más grande, complejo y plural, aportando lo nuestro, sumando nuestras riquezas (en sentido amplísimo), que junto a muchísimas otras harán de este Proyecto cada vez más una realidad.
Lo sabemos, en camino es el Amor.
Abrazo!
Augusto.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Augusto, vos sabés que lo que mencionás muchas veces lo he rumiado y conversado con algunos amigos y hermanos que tienen estas mismas resonancias; particularmente -desde mis miserias y mis limitaciones- me sigue conmocionando y emocionando la lectura del Buen Pastor, en la que el Maestro hace referencia a que tiene varios rebaños... En estos misterios del amor y la Gracia, yo creo desde mi nada que en esos rebaños que solemos desconocer, hay muchos que, aunque no profesen una fé determinada -ni hablar de la nuestra- también le pertenecen a Jesús y son de Él, quizás sin saberlo.
Y por eso, por esa cuestión de tender puentes -ser pontífices- nos tenemos que arrimar a esas gentes sin olvidarnos que son tan hijas e hijos de Dios como nosotros, tan amados por Dios como nosotros, su pueblo.
Insisto: desde mi nada y desde mis miserias -esclavo como todos de la Misericordia de Dios- todo aquel que hable y trabale por la liberación, la justicia, la solidaridad, la fraternidad, el servicio desinteresado...es de los nuestros!
Por allí nos señalaba el camino el Concilio, y por muchas cuestiones muchas veces mezquinas, nos hemosm encerrado y en cierto modo, perdido el rumbo.
Viene Pentecostés, viene el Soplo del Dios de la Vida, y no hay mejor momento para la súplica que nos haga abrir los ojos del alma a ese Reino que vá creciéndose aquí y ahora, a pesar de que no lo veamos o no nos demos cuenta.
Un abrazo grande y un gracias mayor aún por tu comunión, hermano.
Paz y Bien
Ricardo

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