Shalom: de la paz como don

Para el día de hoy (04/05/10)
Evangelio según San Juan 14, 27-31a

(Para el pueblo de Israel Shalom -la paz verdadera- es la orientación de la totalidad de la existencia alrededor de valores de justicia, equidad, fraternidad y libertad.

Y Jesús es en sí mismo ¡Shalom!, mas no como brinda su paz el mundo.
Mejor dicho, el mundo no brinda paz, impone ciertas condiciones por lo menos peculiares.
Ayer y hoy prevalece la idea de paz como ausencia de conflictos, especialmente conflictos en la superficie, en la exterioridad. Y a menudo esa paz se impone como la pax romana, mediante el uso de la fuerza y el abuso del poder.
Hasta se justifica la violencia, la inhumanidad de los hechos de armas para alcanzar la paz.

Pero la lógica humana camina por senderos demasiado distintos a los del Reino.

-Mi paz les dejo, mi paz les doy...no como la dá el mundo...No teman ni se acobarden- dice el Maestro.

La paz es ante todo don de Dios, regalo y Gracia por su Hijo nuestro hermano; abriga los corazones ateridos por el frío del temor, libera las almas atenazadas de angustia e impulsa a tener confianza y coraje. Él vá con nosotros.

Quizás hemos de volver a pensar como el Pueblo Elegido, esa paz que es la vida organizada desde la libertad, la fraternidad, la libertad... Y que para ello -y ante todo- nace de almas que han sabido aceptar el regalo que Jesús nos entrega.

Porque la paz es don, es regalo y como tal, nace de la entrega.
La entrega suprema de Jesús en la cruz para la Salvación de la humanidad.

Siempre el primer paso lo dá el Altísimo para que nosotros caminemos; hay que abrir las puertas interiores para que ingrese triunfal la paz a nuestra vida como Jesús entró a Jerusalem, más allá de toda cruz y de todo sufrir, dejando atrás las trampas del poder y las falacias que sólo pretenden la paz como calma de las necrópolis.

Shalom)

Paz y Bien

6 comentarios:

eligelavida dijo...

Todos los cristianos deberíamos ser portadores de Cristo y no de nosotros mismos, y así portaríamos el don de la paz allá donde fuéramos. Gracias por esta reflexión.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Por más pequeños que seamos, y por chiquita que sea nuestra antorcha, es luz! y esa luz es la paz de Jesús que debemos llevar a todas partes.
Un abrazo fraterno, Eligelavida, en Cristo y María.
Paz y Bien
Ricardo

Unknown dijo...

Vivir en paz, en este mundo, parece indicar que disponemos de una economía regalada y gozamos de cierta tranquilidad...
Vivir en paz, en el Reino, debería indicarnos hasta donde somos capaces de compartir con nuestro hermano; y sobre todo, subrayar el qué
Saludos

Salvador Pérez Alayón dijo...

No se puede dar lo que no se tiene, por lo tanto, dar la paz es poseerla, y poseerla es estar en la presencia del SEÑOR.

Sólo el que está lleno del ESPÍRITU de DIOS, por su Gracia, estará lleno de su paz interior que se menifiesta en sus actos.

Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Es verdad, hermano, la medida de la paz está dada por la capacidad de nuestra entrega al otro, por la renuncia a nosotros mismos.
Gracias por tu presencia y tus palabras.
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Salvador, con Pentecostés a las puertas es imprescindible reflexionar y rogar acerca de lo que mencionas, especialmente aquello de la paz como don, como regalo, como consecuencia del amor y la gracia de Dios.
Un abrazo en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

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