Para el día de hoy (20/07/11):
Evangelio según San Mateo 13, 1-9
(La Palabra es Palabra de Vida y Palabra Viva: desde allí, deberíamos dejar que en nuestra cotidianeidad nos interpele, nos cuestione y nos desafíe.
La parábola del sembrador, si la leemos superficialmente, nos remitirá a una historia corta en donde abundan los fracasos y hay un pequeño y sorprendente éxito. Tristemente, solemos ser esclavos de esa ética de superficie -winners y losers-, en donde toda la vida y especialmente el anuncio de la Buena Noticia se mide de ese modo, desde las conquistas mensurables y rápidas.
Sin embargo y aparentemente, el mayor de los perdedores y el gran derrotado es Jesús. Desde la perspectiva anterior, el Maestro fue torpemente escuchado, abandonado por los suyos, sometido a crueles tormentos y ahogados sus sueños por la voracidad de la cruz. No conforme con ello, tenía esa tendencia constante a acercarse a perdedores, a los que no saben nada de ningún éxito, a los que nada les crece en su interior.
Aún así, si damos el paso-Pascua de animarnos a ir más allá de lo aparente, más allá de nuestras piedras, nuestros pájaros y nuestras espinas.
La humildad de la pequeña semilla que palpita en cada corazón humano y que puede germinar, ha de dar maravillosos y abundantes frutos, frutos eternos e impensados.
En medio de lo pedregoso del mundo, de la ansiedad de sus aves de rapiña con zapatos, de tantas espinas de exclusión que tanto lastiman, la semilla del Reino persiste tenaz, sigue creciendo y su destino inevitable es ser árbol frondoso y pan que no se acaba para saciar tanto hambre.
Con todo y a pesar de todo, el Sembrador nos regala la certeza de que no seremos vencidos, que más allá de toda expectativa y todo dolor la vida persiste y que otro mundo floreciente es posible)
Paz y Bien
Las viejas heridas
Hace 5 horas.
2 comentarios:
Querido Ricardo, es una buena oportunidad el Dìa del Amigo para darte las gracias por todos los posts que publicas a diario y que nos invita a la reflexión, a amar a Dios en nuestro prójimo, a construir un mundo mejor en Dios.
Qué nuestro Señor te bendiga hoy y siempre.
¡Feliz Día del Amigo!!
Abrazos en Cristo.
Y yo, querida Alicia, te agradezco a vos y doy gracias al Dios de la Vida por tu presencia constante y tu amistad, que es signo cierto del Reino.
Un abrazo grande y un muy feliz día para vos también
Paz y Bien
Ricardo
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