Para el día de hoy (05/07/11):
Evangelio según San Mateo 9, 32-38
(Es un endemoniado mudo el centro de la atención y cuidado del Maestro: no se puede expresar, nada puede decir, le está vedado el acceso a las palabras. Muy probablemente carezca de amigos y se sostenga en una pertinaz desconfianza de todo.
No ha elegido el silencio. Como muchos -como tantos- sufren ese enmudecer que a menudo está mucho más allá de la disfunción vocal.
Tantos reducidos al mutismo, tantos silenciados, tantos a los que no se puede y no se quiere escuchar, tantos aislados, solitarios y sin amigos, tantos incapaces del habla y también de la escucha.
Cuando Jesús se hace presente, acontecen la salud y la liberación, se desatan las cuerdas vocales del alma enredadas por los nudos más fieros. Por ello, cuando sucede el cuidado del otro, cuando surge la salud, cuando brota la liberación es que el Reino está aconteciendo entre nosotros.
Es claro: es cosa de Dios y el hombre, urdimbre eterna entre lo humano y lo divino en comunión maravillosa. No debe haber pasividad en la espera de que todo lo bueno suceda, hacen falta brazos dispuestos, manos ofrecidas, caminantes empeñados, obreros del Reino, trabajadores humildes que optan por el servicio silencioso, sin estridencias.
A menudo se suele acotar el ruego del Maestro por obreros a la vida consagrada, especialmente a las vocaciones sacerdotales. Sin embargo, la Buena Noticia tiene una fuerza propia que rompe cualquier molde.
El ruego y el pedido de Jesús está dirigido a toda mujer y todo hombre de buena voluntad, sea cual fuera su condición, trabajadores de la esperanza empeñados en edificar santamente un mundo nuevo, decididamente humano)
Paz y Bien
Las viejas heridas
Hace 2 horas.
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