Te doy gracias, María, por ser una mujer.
Gracias por haber sido mujer como mi madre,
y por haberlo sido en un tiempo
en el que ser mujer era como no ser nada.
Gracias porque cuando todos te consideraban una mujer de nada,
Tú fuiste todo,
todo lo que un ser humano puede ser y mucho más,
la plenitud del hombre,
una vida completa.
Gracias por haber sido una mujer libre y liberada,
la mujer más libre y liberada de toda la historia,
la única mujer liberada y libre de la historia,
porque fuiste la única no atada al pecado,
la única no uncida a la vulgaridad,
la única que nunca fue mediocre,
la única verdaderamente llena de Gracia y de Vida.
Gracias porque estuviste llena de gracia,
porque estabas llena de Vida,
estuviste llena de Vida
porque habías sido llenada de Gracia y de Vida.
Gracias porque supiste encontrar la libertad siendo esclava,
aceptando la única esclavitud que libera,
la esclavitud de Dios,
y nunca te enzarzaste en todas las otras esclavitudes que a nosotros nos atan.
Porque al llegar el ángel te atreviste
a preferir su misión a tu comodidad,
porque aceptaste tu misión,
sabiendo que era cuesta arriba,
una cuesta arriba que terminaba en un Calvario.
Gracias porque fuiste valiente,
gracias por no tener miedo,
gracias por fiarte del Dios que te estaba llenando,
del Dios que venía no a quitarte nada,
sino a hacerte más mujer.
Gracias por haber sido la mujer más entera que ha existido,
y gracias sobre todo
por haber sido la única mujer de toda la historia
que volvió entera a los brazos de Dios.
Gracias por seguir siendo Madre y mujer en el cielo,
por no cansarte de cuidar de tus hijos de ahora.
P. José Luis Martín Descalzo
Gracias por haber sido mujer como mi madre,
y por haberlo sido en un tiempo
en el que ser mujer era como no ser nada.
Gracias porque cuando todos te consideraban una mujer de nada,
Tú fuiste todo,
todo lo que un ser humano puede ser y mucho más,
la plenitud del hombre,
una vida completa.
Gracias por haber sido una mujer libre y liberada,
la mujer más libre y liberada de toda la historia,
la única mujer liberada y libre de la historia,
porque fuiste la única no atada al pecado,
la única no uncida a la vulgaridad,
la única que nunca fue mediocre,
la única verdaderamente llena de Gracia y de Vida.
Gracias porque estuviste llena de gracia,
porque estabas llena de Vida,
estuviste llena de Vida
porque habías sido llenada de Gracia y de Vida.
Gracias porque supiste encontrar la libertad siendo esclava,
aceptando la única esclavitud que libera,
la esclavitud de Dios,
y nunca te enzarzaste en todas las otras esclavitudes que a nosotros nos atan.
Porque al llegar el ángel te atreviste
a preferir su misión a tu comodidad,
porque aceptaste tu misión,
sabiendo que era cuesta arriba,
una cuesta arriba que terminaba en un Calvario.
Gracias porque fuiste valiente,
gracias por no tener miedo,
gracias por fiarte del Dios que te estaba llenando,
del Dios que venía no a quitarte nada,
sino a hacerte más mujer.
Gracias por haber sido la mujer más entera que ha existido,
y gracias sobre todo
por haber sido la única mujer de toda la historia
que volvió entera a los brazos de Dios.
Gracias por seguir siendo Madre y mujer en el cielo,
por no cansarte de cuidar de tus hijos de ahora.
P. José Luis Martín Descalzo
4 comentarios:
Muy bonita. Le doy también las gracias a María, por ser ella la que siempre guía mis pasos hacia nuestro Padre Celestial, por su entrega y su humildad. Gracias Madre.
Saludos y Bendiciones
Buenas noches amigo Ricardo:
Mucho tiempo llevo alejada de tu sal de la tierra,llevo 5 horas comentando, no se como comerme más de 300,sin tiempo y con las obligaciones de monja no me veo capaz de llegar muy lejos.
Mi oración me acerca a cuantos no me podeís tener en los comentarios de vuestrs blogs.
Gracias por las visitas que has hecho durante este tiempo de mi ausencia, no se cuando volveré por tu casa, pero piensa que no me ido, que me he quedado a tu lado dando gloria a nuestro Dios , pues no tenemos otro fin más que ser alabanza de su gloria y nuestra felicidad es al igual su gloria.
La oración de Martín descalzo ya la conocía todas las monjas hemos pasado por sus libros y buen poso nos ha dejado.
Recibe mi ternura y tendme en tus oraciones
Estimada Griss, a través de Ella descubrimos a su Hijo, Señor y hermano nuestro, desde la entrega y la humildad.
Gracias por tus palabras
Un saludo fraterno en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo
Querida sor Cecilia, usted no está de visita por esta casa, porque es suya también y estará siempre a su disposición para lo que haga falta.
Y además de la visita mutua a nuestros blogs, estamos unidos y presentes por ese Espíritu que nos anima y congrega, ése que nos hace decir ¡Abbá!. Seguiremos lado a lado en la oración que expresa la comunión
Un abrazo grande para usted y su comunidad en Cristo, hermano y Señor nuestro y en María, Madre de Todos.
Paz y Bien
Ricardo
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