La mala levadura de la hipocresía



Para el día de hoy (15/10/10):
Evangelio según San Lucas 12, 1-7

(El término hipocresía tiene raíces griegas y significa comediante en sentido despectivo y/o peyorativo. Y si esto lo trasladamos a la vida diaria, podemos inferir en primer lugar que la hipocresía implica re-presentación antes que presentación, es decir, utilizar máscaras para representar un personaje escondiendo el verdadero rostro; se trata de exhibir un personaje y de ocultar la verdad de la persona.

Es una mala levadura: hay un fermento bueno que puede hacer crecer la masa para que se convierta en pan y hay un fermento nocivo que no hace crecer, hincha y desfigura, esconde y miente.

Contra ello nos previene el Maestro porque tenemos un destino de pan. Él mismo nos ha marcado el camino haciéndose alimento para toda la humanidad.

Nada debemos guardarnos. La verdad tiene fuerza propia, e indefectiblemente surge e ilumina, disipando toda oscuridad. Por eso es imprescindible ir desprendiéndose napa a napa de esas máscaras que nos acorazan el corazón y que impiden que nos crezca la semilla del Reino, y que sus frutos puedan ser compartidos.

Él nos dice que la verdad nos hace libres.
Sería entonces una magnífica paradoja del Reino hacerse esclavos resplandecientes de la verdad, a rostro descubierto, a corazón abierto y franco hacia Dios y hacia los hermanos)

Paz y Bien


2 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

La verdad rechaza la hipocresía, pues lo aparente es sólo como su nombre indica apariencia, virtualidad, irreal, incoherencia.

No se puede andar en la verdad caminando por la mentira. Por eso, la verdad es la libertad de buscar el verdadero bien, lo que hace al ser humano mejor, feliz y realizado en su verdadero y único fin: ser gozosamente feliz eternamente en la presencia del PADRE.

Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Es así, querido Salvador; en esa persistencia de lo aparente, lo virtual, lo irreal, directamente perecemos. El mundo camina por esas veredas y quizás nuestra misión sea mostrar que hay otros caminos mejores.
Un abrazo en Cristo y María para tí y tu familia
Paz y Bien
Ricardo

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