Colores misioneros


San Lucas, Evangelista

Para el día de hoy (18/10/10):

Evangelio según San Lucas 10, 1-9

(No es una tarea más, desbidujada en profesionalizaciones, en rutinas mundanas, opacada por aquel gris del más de lo mismo.

En la misión -don e invitación del Espíritu del Resucitado- debe prevalecer la disposición del corazón por sobre todo entrenamiento o toda instrucción.

Tiene una tonalidad muy especial, almas luminosas que se sumergen en las tinieblas del mundo.

Por ello mismo, entre los rostros espectantes de esos setenta y dos enviados estamos vos y yo, ella y él, todos y cada uno de nosotros por destino de bautismo y compromiso cordial.

Esos colores misioneros son tan especiales, que su falta tergiversa el mandato del Maestro.

Un color de plegaria, pues el misionero es -ante todo- un hermano orante, que se humaniza día a día en diálogo profundo con el Creador impulsado por ese Espíritu que en su interior hace eco y lo mueve a decir ¡Abbá!, ¡Papá!

Un color de compromiso, pues sabe que aunque junto con él otros han sido también enviados, hacen falta más, muchos más.

Un color de conciencia y dependencia: el misionero se sabe pequeño e indefenso, pero aún así no camina solo, en todo momento y lugar es asistido por el Espíritu de Vida.

Un color-corazón pleno de desprendimiento, pues sabe que todo lo puede de la mano bondadosa y plena de ternura de Aquel que lo envía -eso que llamamos Providencia-

Un color pacificador, pues el misionero porta en su alma el Shalom infinito de quien es la Paz y la Vida, es mensajero de paz y perdón.

Un color de permanencia, pues el misionero se sumerge en la realidad en la que viven los hermanos destinatarios de la Buena Noticia. No está de paso, como un turista, se hace uno entre ellos como el mismo Maestro entre nosotros.

Un color de sanación, de cuerpos y de almas. Es cuestión de fé, misión de confianza y liberación que late en sus pasos.

Un color de proclamación, es decir, a cada instante y con cada gesto, cada silencio, cada palabra y cada hecho el misionero anuncia que otra vida es posible, y que la eternidad comienza en el aquí y ahora.

Habrá entonces que reflexionar y descubrir si somos capaces de revestirnos con esos colores.
El Reino está entre nosotros y nada ni nadie ha de ser ajeno a la mejor de las noticias)

Paz y Bien

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