Fachadas

Para el día de hoy (10/09/11):
Evangelio según San Lucas 6, 43-49

(Conocemos una multiplicidad de rostros y caracteres, entre los que también está la imagen que a menudo nos devuelve el espejo.

Y a menudo, esas fachadas exteriores se nos presentan llamativas, atractivas, prometedoras y esto, precisamente, no es un dato menor. Nos hemos vuelto esclavos de la imagen, cipayos obedientes de la exterioridad y las formas vacuas.

Por ello mismo no debe extrañarnos que tales fachadas palaciales se desplomen rotundamente: sucede que sus cimientos son la arena fina y deslizante de la fama, de la moda, del que dirán, del besamanos y los rótulos.
Y la casa más humilde -ranchito ignorado, tapera casi invisible- se mantiene incólume porque se fundamenta en la roca firme de la fidelidad, la solidaridad y la amistad...o si se quiere expresar con mayor propiedad, en la piedra firme de la Palabra de vida y Palabra viva.

Habituados a merendar a diario catástrofes y espantos, quizás sea dable preguntarnos sobre estamos haciendo pié.
Los análisis psicológicos, dialécticos y políticos pueden llegar a ser de mucha utilidad; sin embargo, es mas sencillo y veraz reconocer que todo se incuba y se crece en cada corazón.

Es menester tener una mirada de ojos lejanos: somos caminantes con la vista puesta en el horizonte del regreso del Maestro. El error grosero pasa por vivir enfocados en un más allá inasible olvidándonos que todo se decide en el más acá, en este presente a menudo sobrecargado de dolores y tristezas.

A pesar de que somos sólo un poco de tierra que anda, cotidianamente sucede el milagro de vidas frutales que regalan sin condiciones cosechas abundantes de cordialidad, de servicio, de solidaridad y compasión.

Habrá entonces que pedirle al Dueño del campo que nos cuide los tallos)

Paz y Bien

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