Rodolfo Ricciardelli, 2 años

Ayer, 13 de julio, se cumplieron dos años de la partida hacia la casa del Padre, del padre Rodolfo Ricciardelli, presbítero de la Arquidiócesis de Buenos Aires, párroco de María Madre del Pueblo.
¿Se puede decir algo más que supere la mera nota necrológica o el recordatorio formal?

Claro que sí. Sin lugar a dudas.

Porque, amigas y amigos, hermanas y hermanos, nadie se vá del todo.
Y quien ha amado hasta el fin y se ha hecho pan para los pobres, un Cristo caminante, incansable compañero entre nosotros, se vá para quedarse más plenamente.

Hay que escaparle como a la peste a la apología y a la declamación. Máxime, si se tratan de tejer unas torpes y mínimas líneas de quien viviendo a pleno la Buena Noticia, junto al Maestro se hizo presencia y esperanza para los más pobres, para los excluídos, para los que sobran.

¿Acaso hay palabras suficientes que reflejen a quien ha entregado sin dudar su vida para que otros vivan?. Creo que nó.

Un 13 de julio de 2008 partió hacia la Casa Grande del Dios de la Vida mi amigo, hermano y compañero el padre Rodolfo Ricciardelli. Y no nos permitimos olvidarlo, porque él sigue presente y vivo, intercediendo por sus hermanos abandonados.

(¿Rodo, hermano, tenés idea de cuanto te extrañamos?. Vos sabés, hace treinta años habías levantado allí detrás de la capilla el Rescate, para tanto pibe librado a su suerte... y parece que tiene hoy más vigencia que nunca. Que lo parió, que paradoja Richar, la ternura sigue latiendo pero a la vez las cosas siguen sin cambiar. Y para colmo, horas y horas de televisión, kilómetros de papel, miles de palabras hablando de cosas que son de interés de unos pocos... y tu Cristo y el mío sigue allí, humillado, crucificado, rostro sufriente que resplandece en cada pibito hambreado, en cada laburante ninguneado. Pero vos me enseñaste algo con tu vida, che: no hay que rendirse, no estamos solos, no hay que abdicar de la esperanza. Yo te imagino -y no es sólo una fantasía- haciendo de las tuyas allí, en los campos de Dios Padre y Madre junto al padre Carlos, al padre Jorge, a las queridísimas Leonie y Alice y a tantos otros tipos incansables en la búsqueda aquí y ahora del Reino. Me dijiste alguna vez que el santo es el que vive con Dios, y aunque te joda, vos habitás allí. Aunque nunca me atrevería a suplicar el "descanse en paz"...justo a vos, que siempre andabas urgido y apremiado por el amor, al igual que tu Maestro y el mío. Me dicen que tus restos van a encontrar lugar allí en tu capilla, y allí estaremos con Ely y los chicos. Rezá con nosotros, rezá por nosotros, cuidanos al padre Pepe y a los otros -las aves negras de las drogas se los quieren llevar puestos- y acompañá a mis viejos. Seguro están allí, también inquietos como vos e incansables. Un abrazo grande Rodo. Paz y Bien. Ricardo)


8 comentarios:

La abuela frescotona dijo...

LAS OBRAS QUE DEJAN LAS PERSONAS, HABLAN DE SU VIDA...
LOS CURAS, COMO DE QUIEN HABLAMOS HOY, SON LOS QUE SIEMBRAN LOS CAMPOS DE TIERRAS MAS DURAS, A ELLOS DEBEMOS EL EJEMPLO, DE LA RENUNCIA, Y LA ENTREGA.
GENERALMENTE SON LOS OLVIDADOS DE LA VIDA, SON AQUELLOS QUE DEBEMOS TRATAR DE MANTENER EN EL RECUERDO DE LAS PERSONAS. DEJO UN ABRAZO DE AMISTAD

Anónimo dijo...

muy lindo tu escrito hermano Ricardo.La fortaleza y combate del padre Richard pasaba por "obviar" a esas aves negras,que son aves de rapinia,y son las mismas que ayer atentaron contra el y Carlitos Mugica,demostrado esta.por eso hagamos como el hizo ADELANTE con la fuerza de la luz.
adri

MDR dijo...

Hola Ricardo.!!!
Hay personas que dejan una honda huella.
Jamás se irán. Viven en nuestro corazón.
Besos

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Querida Abuela Frescotona, sus palabras son muy gratas y enriquecedoras. Es una gran verdad lo que ud dice: ellos sembraron con confianza, con tesón y con esperanza aún en la tierra más dura del desprecio. Por eso vencen a la muerte y al olvido, y nos queda a nosotros mantener viva esa llama
Un abrazo grande en el Dios de la Vida
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias Adri por tus generosas palabras.
Es cierto y renuevo mi agradecimiento por señalarlo: Rodolfo obviaba a esos cuervos inmisericordes del narcotráfico, a las aves negras de la dictadura y la violencia. Él vivía para los otros, como Carlos Mugica, como Jorge Vernazza, como el ángel de los barrenderos, el padre Mauricio Silva. Con decirte que él partió -ya estaba muy enfermo- un domingo 13 de julio y hasta el viernes anterior, aún cuando ya tenía muy quebrantada su salud, se hacía presencia y luz allí en donde era necesario estar. Ahora nos toca a nosotros.
Un abrazo fraterno
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias María por estar siempre presente.
Desde aquí -y junto a aquellos que siguen con nosotros- continuamos orando y tratando de dar una mano por los hermanos agobiados por el huracán Alex
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

Any dijo...

Hermoso blog y hermosa entrada. Y justo llego a ambos HOY, 13 de julio de 2011, en un nuevo aniversario de la pascua del P. Ricciardelli.
SIGNOS!!!
Gracias por mantener viva su memoria.

PAZ y BIEN.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Any, gracias por tus palabras y renuevo mi bienvenida a este mínimo sitio.
Como te contaba, hemos de mantener la memoria de mujeres y hombres como él pues son la verdadera sal de la tierra: ante todo, un hombre bueno.
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

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