En medio del mar embravecido y la noche oscura


Para el día de hoy (17/04/10)
Evangelio según San Juan 6, 16-21

(El Mesías no cuadraba con las espectativas de los discípulos. No podían entender a un Libertador de Israel que ofrecía la vida plena a todas las naciones, que hablaba de amor y mansedumbre, que renegaba del poder, que se hacía servidor de todos por igual.
A veces, a nosotros tampoco nos cuadra ese Jesús al que queremos exacto en nuestros moldes.

Por eso, suben a su barca y se van.
Por eso, le damos la espalda de nuestro orgullo y partimos.

Pero en cubierta, iban solos. Habían dejado en tierra a su Maestro, no habían querido aceptar su luz.
Y es cosa seria y peligrosa navegar sin luz: sobreviene la oscuridad, la noche nos traga, el viaje se hace incierto y peligroso, el mar se encrespa y el riesgo de zozobrar está ahí, más patente que cualquier confianza.

Y allí, justo allí, en el momento en que parece sobrevenir el fin y deviene la catástrofe, cuando parece que ya no hay nada más que esperar que una tragedia, viene Él.
Viene caminando sobre las aguas, porque no hay tormenta -por más bravura que muestre- que pueda detenerlo.

Inmersos en el miedo junto con los discípulos, al ver que a pesar de la tempestad Jesús viene a nosotros, se nos agolpan los temores.

Pero ante todo, no hay recriminación: -No tengan miedo- nos dice a cada paso, en toda angustia, en cada temporal.

Hay algo que de tan obvio se nos puede escapar: Jesús, al caminar sobre las aguas, muestra y demuestra que no necesita de barca alguna...
Somos nosotros los que necesitamos embarcarnos mar adentro en estas aguas del mundo, para cumplir nuestro sino de pescadores, nuestro destino de mantener a los pequeños peces con vida.

Quizás entonces, en estos tiempos de alegría por la Vida que prevalece y que llamamos Pascua, haya que replantearse si en nuestros barquitos viene el Maestro a bordo... y cederle con serenidad y confianza el timón.

No hay tormenta ni temporal que se resista a su Palabra y a su Presencia)

Paz y Bien



2 comentarios:

Susana dijo...

Qué hermoso y qué cierto. Él viene con nosotros, aleluia!! Si Él con nosotros, quién contra nosotros??
Gracias por tu blog, bendito sea el Señor.
Paz y Bien!

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Bienvenida, Susana, y gracias por tus cálidas palabras!
Hay que repetirse a menudo eso mismo: Si El con nosotros ¿Quien contra nosotros?
Un saludo fraterno en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

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