De cegueras y mutismos


Para el día de hoy (11/03/10)
Evangelio según San Lucas 11, 14-23

(Jesús expulsa al demonio de un hombre -el mal que lo atenazaba no puede resistirse al amor de Dios- y es curado de su mutismo; al instante, recupera el habla.

Los signos están a la vista, sucede ante los ojos un milagro, el bien se hace presente y hay una vida que se restablece, hay un hombre incapacitado para expresarse que recobra el habla desde la compasión del Maestro.

Aún así, hay otra incapacidad mayor -casi incurable-: la ceguera de no poder ver las señales de Dios, la presencia de su Misericordia.

Surgen los cuestionamientos, las interpretaciones crueles y mezquinas, las atribuciones demoníacas.

No obstante, a pesar de esa ceguera del alma, el Reino sigue creciendo aquí y ahora.
Sólo basta confiar y re-hacerse sencillos... quizás, en parte, porque por eso que llamamos pecado nos hemos vuelto decididamente complejos.

Porque la discapacidad verdadera no es física... es alma tronchada por la soberbia y el egoísmo.

Con la confianza en el perdón y la Misericordia de Abbá Padre de Jesús y Padre nuestro, supliquemos que nos cure toda ceguera que nos impida ver en donde sea y de donde provenga, la bondad y el bien como expresiones de Dios y su Reino.)

Paz y Bien


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