La identidad profunda de Cristo








Jueves Santo

Misa Vespertina de la Cena del Señor

Para el día de hoy (13/04/17): 

Evangelio según San Juan 13, 1-15





En los tiempos del ministerio de Jesús de Nazareth, lavar los pies era un gesto de hospitalidad y gentil acogida que se brindaba a un invitado, en aras de hacerlo sentir en su hogar y también de destacar su importancia. Pero ello se reservaba a las mujeres o a los esclavos no judíos, pues se consideraba una tarea indigna de los hijos de Israel.

El Maestro es un hombre que está a punto de morir y tiene plena conciencia de ello, y esa Cena es cena de despedida pero también cena de hasta pronto. Él se irá para quedarse de una manera más perfecta.

Así, en la gravedad de la hora y la intensidad de la despedida, quiere dejarles a sus amigos su herencia mayor, su rostro de Servidor, del Dios que se despoja y se abaja para salvar a la humanidad. Quitarse el manto, en ese tiempo, equivalía a quedarse semidesnudo, desprotegido.
Cristo se despoja de todo y a su vez se ciñe una toalla a la cintura, una cuestión práctica para secar los pies limpios y a su vez simbólica: se ciñe para el combate que acontecerá en pocas horas, un combate manso, humilde, un combate de muerte del que no rehuirá porque permanecerá fiel al Padre.

El allí, a los pies de los suyos, un rostro que se espeja -a pesar de todo- en el agua que se enturbia por el polvo de los pies, un esclavo que hace su tarea sin esperar nada a cambio, ni siquiera un gesto de gratitud o una palabra de agradecimiento.

Pedro rechaza que el Señor se rebaje a una tarea tan indigna, y ante la respuesta del Maestro se desvía por lo viejo conocido, es decir, por los rituales de purificación establecidos; de allí que pida que Él le lave los pies, las manos, la cabeza. No comprende aún la trascendencia de ese gesto entrañable que revela al mismo Dios.

Por ello es imprescindible e impostergable dejarnos lavar los pies. Descubrir asombrados la identidad profunda de Cristo para andar con pasos firmes, pasos de servicio, pasos de amor, pasos de humilde fraternidad en memoria suya, para mayor gloria de Dios.

Paz y Bien


 

2 comentarios:

camino dijo...

Gracias, que pase unos santos días.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias a usted.

Santos días en Cristo

Paz y Bien

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