San Marcos Evangelista
Para el día de hoy (25/04/17):
Evangelio según San Marcos 16, 15-20
Jesús de Nazareth continúa su ministerio, su tarea de Salvación a través de los suyos, por la comunidad que ha gestado, cuya sacramentalidad es señal cierta del amor de Dios.
Como
el Maestro, no hay frontera geográfica, racial, social, histórica o
religiosa a la cual limitarse ni confín de exclusividad: la misión es
universal, y es misión vital, pues es llevar a todas partes Palabra,
signos y hechos del corazón sagrado de Jesús y, por lo tanto, de Abbá
Padre, la vida plena y definitiva para todas sus hijas e hijos, la
humanidad toda y más aún, a toda la creación. La misión excede las fronteras interpersonales y se extiende a todo lo creado, pues en la naturaleza también encuentra las huellas del Padre creador a quien rinde culto cuidando y honrando la naturaleza como mandato de hijos.
Este
oficio de ser testigos -pescadores de hombres, tenaces portavoces de la
mejor de las noticias- no está exento de riesgos ni peligros. El mal no
baja los brazos con tanta facilidad como solemos hacerlo la mayoría de
nosotros.
Por
ello, no contarán tanto los equipamientos externos que porten los
testigos, sino más bien de como estarán revestidos sus corazones, una
extraña coraza protectora que es totalmente permeable al amor de Dios y
al hermano.
En
sus almas anida el poder de expulsar demonios, con humildad y
mansedumbre, esos demonios que representan el mal que se enquista en la
vida y que impide respirar y crecer, el mal que todo cercena, el mal que
impide vivir una vida nueva y plena.
No tendrán demasiadas dificultades a la hora de comunicarse: hablarán el lenguaje universal del amor.
El
veneno del egoísmo, la ponzoña del yo antes que el tú y el nosotros
podrá ser molestia más nunca desviará su paso firme hacia el horizonte
de un Dios que se asoma en la vida diaria.
Hay
muchas heridas abiertas, hay tantos corazones quebrados, tantos
hermanos separados, que la misión tiene un color de sanación y
restitución de familia vinculada por algo más que la biología.
Los
testigos puede ser frágiles, venales, quebradizos pecadores. Pero no
cejarán, no se resignarán ni su tarea será estéril. Siempre van
respaldados y acompañados por Aquel que vive para siempre
Paz y Bien
2 comentarios:
Para evangelizar, es necesario una vez más abrirse al horizonte del Espíritu de Dios, sin tener miedo de lo que nos pida y dónde nos guíe. Gracias.
Es verdad, atreversa a ir más allá de las angosturas escasas del mundo.
Que el Espíritu de Dios le alegre siempre
Paz y Bien
Publicar un comentario