Para el día de hoy (24/11/10):
Evangelio según San Lucas 21, 12-19
(Como una consecuencia necesaria, el discípulo ha de ser denostado y perseguido; es decir, que en tanto se asuma la existencia de la misma manera que Jesús la asumió, sucederán las persecuciones y los oprobios.
Quizás por ello, las discípulas y discípulos de Jesús -esto que llamamos Iglesia- deberíamos preocuparnos si no hay un ápice de inconvenientes, y si por ello mismo nuestro compromiso con el Reino ha abandonado la subida empinada de la virtud y, en cambio, ha optado por el rodar cómodo de la rutina, por el adaptarse sin transformación, masa a la que la levadura no afecta.
Es claro que esa subida es dolorosa, difícil, durísima. A menudo se agrava porque quienes aplican el destrato del desprecio o el juicio despiadado y violento, son... cercanos. Hermanos nuestros. Gentes que con los mejores motivos, matan y torturan en representación divina.
Vaya a saberse de qué dios hablamos, sin dudas no del Dios de Jesús.
Pero en la magnífica paradoja que a menudo sucede con la Buena Noticia, en medio del temporal del dolor y la soledad comienza a asomarse el sol de la paz y la justicia.
Lo sabemos, no estamos solos y el Maestro sube esa ladera con nosotros.
Más aún, la sube a menudo por nosotros, y se nos vuelve a hacer Verbo cuando la mudez acecha.
En su compañía cierta se fundamenta nuestra esperanza, y es una esperanza que palpita en cada célula, en todo corazón.
Nada es ajeno a la bondad y la Misericordia)
Paz y Bien
Sólo estár....
Hace 1 hora.
2 comentarios:
Me quedo con este bocado: "deberíamos preocuparnos si no hay un ápice de inconvenientes, y si por ello mismo nuestro compromiso con el Reino ha abandonado la subida empinada de la virtud y, en cambio, ha optado por el rodar cómodo de la rutina, por el adaptarse sin transformación, masa a la que la levadura no afecta."
Siempre me pregunto que pasa cuando todo está tranquilo, cuando no hay inconvenientes y obstáculos.
Ahí comienza otro nuevo ascenso en mi vida!!!
Un nuevo acantilado para escalar.
Siempre muy iluminadas tus meditaciones. En tus palabras encuntro a nuestro Cristo hablándome cada vez que te visito.
Un abrazo.
Un agradecimiento enorme para vos, Edit, difícil de expresar en palabras.
Yo también me encuentro con el Maestro en las palabras que me regalan los hermanos por este medio, como lo hacés vos.
Un abrazo grande y un deseo en el Espíritu de "santa intranquilidad"
Paz y Bien
Ricardo
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