Para el día de hoy (05/11/10):
Evangelio según San Lucas 16, 1-8
(Esta parábola ha sido motivo de hondas reflexiones y certeras exégesis. Además de ello, se llega a la conclusión habitual de quedarse en la astucia de este administrador deshonesto.
Sin embargo, podríamos intentar ver, desde la enseñanza del Maestro, algunas otras vertientes que quizás a simple vista escapen a nuestra mirada.
Ese administrador, en un momento crítico de su vida, asegura su futuro aún cuando su obrar sea en apariencia corrupto. Los bienes materiales que le han sido confiados los administra de otra manera pues se observa en perspectiva, es decir, actúa en el aquí y ahora sin perder de vista el final. Contra toda resignación o fatalismo, de algún modo construye su destino y reacciona con coraje frente a la posibilidad cierta de su ruina y su desgracia.
Más aún: se trata en el fondo de como nos relacionamos con los bienes materiales y con el prójimo.
Una llave/clave: el administrador condona las obligaciones de esos deudores, y esas obligaciones se transforan en oblaciones.
Tiene una musicalidad tan grata como la de Aquél que nos enseñaba a decirle a su Papá "...perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores")
Paz y Bien
Las viejas heridas
Hace 4 horas.
2 comentarios:
Hola Ricardo!! Hace mucho tiempo que no te visito, ando liada con la masiva afluencia de nuevos seguidores y no llego donde me gustaria estar.
Este pasaje del evangelio hay que saberlo muy bien aprovechar, no caer en la tentación de procurarnos bienes a costa de otros, para asegurarnos el mañana. No podemos utilizar a la spersonas para lograr nuestros intereses.
Recibe mi ternura
Sor.Cecilia
Sor Cecilia, es siempre grato leerla aquí y en su blog, y me sumo totalmente a lo que plantea: debemos dejar de lado esa costumbre de utilizar a los demás para lograr nuestros intereses individuales.
La bendición del Dios de la Vida para usted y su comunidad
Paz y Bien
Ricardo
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