Para el día de hoy (11/11/10):
Evangelio según San Lucas 17, 20-25
(No pasa por lo sensorial. No es una cuestión perceptible a ojos mezquinos, a miradas calculadoras que sólo saben decir que todo sigue igual, que nada ha cambiado, que hay que hacer buena letra para que Dios se acuerde de nosotros.
El Reino tiene el perfume del aquí y el ahora, creciendo humildemente entre nosotros: Jesús ofrenda los signos, haciéndose Él mismo signo mayor del amor, Dios con nosotros.
Por eso, no pasa por los méritos o pretendidos derechos adquiridos; el Reino pasa por el samaritano que regresa a los pies de Jesús desbordante de gratitud por la bondad de Dios, y no tanto por los otros nueve que, quizás, se creían por pertenencia con ciertas prebendas.
Y aunque no se lo vé -pues tiene la tenacidad de la semilla y la fuerza de la levadura- aquí y ahora se lo puede descubrir, tesoro escondido en nuestros campos.
Allí está cuando sucede la solidaridad, cuando la gente se ama, cuando se hace justicia a los pobres, cuando se destierra la miseria, cuando acontece el perdón, cuando florece la liberación, cuando hay vidas que se ofrendan, cuando la prioridad de la existencia es el bien del prójimo, cuando hay gestos desinteresados de bondad, cuando el buen humor se comparte en serena alegría...
El Reino está aquí mismo, en este preciso instante, en nuestro presente; se lo puede descubrir y hay una invitación abierta a construirlo y engrandecerlo. En el horizonte se asoma el gran reencuentro, destino cierto de Su regreso, plenitud ofrecida a toda la humanidad)
Paz y Bien
Las viejas heridas
Hace 4 horas.
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