Retribución y mudanzas

Para el día de hoy (20/11/10):
Evangelio según San Lucas 20, 27-40

(Los saduceos eran una secta y, a la vez, se correspondían con la élite del poder económico y político, especialmente en Jerusalem.
Sostenían fervorosamente la teología de la retribución, es decir, que Dios retribuía con bienes y riquezas a aquellos que observaban puntillosamente la Ley; sin embargo, de suyo esta observancia y sus consecuencias conspira directamente contra la idea del reino de Jesús y, más todavía, le resulta diametralmente opuesta la idea de la Resurrección.
Es dable inferir que si -según los saduceos- Dios retribuye con riquezas a los observantes, pobreza y sufrimiento son el castigo prescrito para los pecadores.

Para una mentalidad así, para almas que enhebran tales ideas, la Resurrección supone una ruptura del status quo que los favorece y es opuesta a esa cómoda idea de un dios gestor de premios, mercader de recompensas.

La Resurrección implica ser capaz de mudarse del desorden establecido, volverse peregrinos de la esperanza, volverse niños felices capaz de aceptar regalos.

Porque la Resurrección es pura Gracia y significa asumirse desde el presente -ahora mismo- hijas e hijos de Dios, partícipes desde cada célula en el misterio de la vida divina y celebrar en cada respiración que entre nosotros está creciente el Reino y su justicia.

De allí la pregunta falaz que le formulan, especialmente formulada para llegar a una consecuencia absurda respecto de la Resurrección.

Las hijas e hijos de Dios, testigos del Resucitado son antorchas que alumbran con su resplandor las tinieblas afincadas en la historia.
Ser testigos de la Resurrección significa estar dispuestos a toda mudanza, ser capaces de desinstalarse y aceptar todo desafío contra la injusticia, desde el impulso del Espíritu.

Habrá entonces que volver a imaginarse pueblo de caminantes, peregrinos al encuentro del Dios de Jesús... o ser un grupo de privilegiados cómodamente instalados en los esquemas que convienen a la voracidad del egoísmo y al culto al falso dios del poder y de la prosperidad.)

Paz y Bien

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y cuantos saduceos siguen proclamando hoy que no habrá resurrección, que no hay esperanza, que no hay más dios que sus bolsillos llenos
Quiera el Resucitado borrar de mi mente y de mi alma, para siempre, el pretender ser alguien o algo por tener unos centavos en mis manos

Un saludo
al + mc

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Un Amén bien fuerte sumo a tus palabras, amigo
Un abrazo en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

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