Para el día de hoy (08/03/11):
Evangelio según San Marcos 12, 13-17
(Mucho se ha dicho y escrito acerca de las palabras de Jesús, recogidas tanto por el Evangelista Marcos como por el Evangelista Mateo.
Habitualmente y de manera justificada, se hace hincapié en el cumplimiento, por un lado, de los deberes cívicos y por otro, de los deberes religiosos, las cosas del César y las cosas de Dios.
Sin embargo, aún con el riesgo de ideologización, es dable pensar que esta postura entraña sus riesgos por escindir la vida del Evangelio de la vida diaria: como si esta última no tuviera que ser fermentada necesariamente por la otra, como si fueran dos realidades distintas en la historia humana...
En ese denario en manos de Jesús estaba grabada la figura del César deificada, símbolo proverbial de su dominio sobre la mayoría del mundo, afirmación de su soberanía a través del tributo en dinero. Desde aquí hay un sólo paso para inferir que ese denario representa lo que oprime, el poder imperial que sojuzga, el dinero que fabrica esclavos, ese mismo dinero al que el Maestro enseñaba no prestarle servidumbre.
Por ello, en un mundo cada vez más del César, del poder y el materialismo, del abuso y la opresión, nos sea preciso volver a darle a Dios lo que en verdad le pertenece.
Y lo que le es verdaderamente propio, soberano -de Dios mismo- es lo que ha dado, lo que se ha confiado a nuestras manos, el servicio y la solidaridad, el amor y la compasión, la dignidad de los pobres y el auxilio al caído, la felicidad de los hambrientos de justicia, el futuro en manos de los mansos y los constructores de la paz)
Paz y Bien
¡Él es mi Rey!
Hace 5 horas.
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