Malditos y despreciados


Para el día de hoy (09/04/11):
Evangelio según San Juan 7, 40-53

(La tensión se respira en el ambiente, y es un aroma para nada desconocido: sabemos que a menudo, cuando quiere se quiere ajusticiar a alguien -es decir, ejercer sobre él una no-justicia y desembocar en la muerte- deben crearse las condiciones tales que, en apariencia, la única solución a la gravedad del problema planteado por un sujeto determinado sea precisamente el homicidio.

Para los poderosos, toda excusa es válida para quitar de en medio a quien suponen una amenaza para sus privilegios, y aquí podemos mencionar -entre varias cuestiones- la heterodoxia doctrinal, la blasfemia y el desprecio por su origen y costumbres.

El acento lo delataba: no había modo de negar su raíz galilea, su querencia nazarena, y en ese desprecio abyecto Jesús se hace hermano cordial de todos los despreciados de la historia, esos mismos que hoy viven en permanente sospecha por su tonada, por la patria que dejaron, por el barrio en donde viven.

Aún así -maldito permanente- Jesús es escuchado con asombro, y tiene este asombrarse promesa de renuevo: los policías del Templo se paralizan y enmudecen frente a su Palabra. Nadie ha hablado como Él lo ha hecho, ¿cómo tratarlo como a un criminal convicto?

Los más pobres y excluidos no tenían tantos problemas: confiaban en Él, iban poco a poco descubriendo en sus gestos y enseñanzas las cosas de Dios.
Ese nazareno despreciado y maldito como ellos mismos no dudaba en acercarse, en aprojimarse, en hacerse salud para sus dolencias, pan para su hambre, esperanza para su agobio, liberación para sus cadenas.

Quizás no haya mejor momento que éste mismo, hoy -sin perder un instante- y dejarnos interpelar por Nicodemo, para volver al Jesús verdadero y abdicar de toda imagen conveniente y cómoda que nos hemos fabricado de Él.

Volver a preguntarnos que dice y qué hace, volver a escucharlo, descubrir nuevamente Su presencia de salud y paz, de alegría y esperanza, de humanidad recreada, de hermanos incluidos, de socorro y de consuelo aún cuando el espectro cruel de cualquier cruz nos amenace el horizonte de la existencia)

Paz y Bien

2 comentarios:

Capuchino de Silos dijo...

Gracias por pasar por mi blog y que el Señor con su salud alivie mis dolencias y me regale su pan cada día para que no me falte.

Feliz día de la Virgen y fin de semana de Cuaresma.

Un saludo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias por tu presencia y tus cálidas palabras.
Que el Dios de la Vida te colme de plenitud, de salud y de alegría
Un fraternal saludo en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

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