Tiempos de maravillas y coraje


Para el día de hoy (06/12/10):
Evangelio según San Lucas 5, 17-26

(Él se sentaba a enseñar, y las gentes lo escuchaban con asombro y placer: este extraño Maestro habla constantemente de una gran Buena Noticia que les vá dibujando en los corazones: Dios es Padre y Madre que ama sin límites y que se inclina con abierta preferencia hacia los pequeños, los pobres, los enfermos, los excluidos.
Dios es un Dios de sanación y Salvación, no un serio y riguroso Juez y Verdugo eterno empeñado en amenazar a pecadores y a aplicar los castigos que correspondieran.

La muchedumbre lo rodeaba, y a veces resultaba complicado llegar hasta Él -tanta veces se interponen intermediarios en camino a los pies de Jesús-; unos hombres traían en camilla a un paralítico, el rabbí galileo es su única esperanza.
Esa esperanza los moviliza y no aceptan ningún no, no se someten al no se puede: suben al techo, quitan unas tejas y desde allí descuelgan con sogas la camilla, bajando al enfermo delante del Maestro.

Por la fé de ellos y por la Misericordia -tiempo de Dios y el hombre- sucede la mejor de las noticias: el enfermo se entera de que Dios no lo rechaza, que lo está esperando, por eso las palabras de Jesús -Hombre, tus pecados te son perdonados-.

Escribas y fariseos sentados en el lugar -de aquel entonces y de este también- critican; hay almas comedidas en permanente disposición a la crítica despiadada cuando sienten amenazados sus intereses mezquinos.

Entiéndase bien: este Jesús tenia un acento que daba risa, era un seglar cualquiera, un campesino -para colmo un galileo-, se rodeaba de pescadores y recaudadores de impuestos como discípulos y gustaba compartir su mesa con gentes que todos sabían que eran impuros y despreciables. No conforme con eso, se arrogaba el derecho de perdonar los pecados y purificar a un enfermo, es decir, sanarlo. Unos cuantos se iban a quedar sin poder y sin negocios, el escándalo es creciente.

Pero el Maestro sabe qué cosas se tejen en lo profundo de las almas, y es contundente: salud y perdón son expresiones de un mismo amor, aunque no quieran entenderlo y renieguen aceptarlo: aquel hombre se pone de pié, levanta su camilla y delante de todos ellos, regresa a su casa caminando y alabando a Dios...

El Reino florece cuando sucede el perdón, cuando alguien se sana, cuando la solidaridad desaloja cualquier pretensión del egoísmo, cuando la esperanza se reafirma desde el no resignarse.
Es tiempo de maravillas, y esas maravillas implican a mujeres y hombres plenos de coraje, capaces de correr cualquier teja, abrirse paso por entre multitudes de problemas, testigos permanentes de que los imposibles ya no tienen lugar, apasionados locos por hacer el bien...

Es tiempo de milagros que comienzan con un Dios que se hace Niño, uno de nosotros en brazos de su Madre para que todo sea posible)

Paz y Bien

2 comentarios:

Edy Salazar U. dijo...

Hola Ricardo, gracias por visitar mi rinconcito de oración, vistame siempre que desees yo vendre a ver tus post sobre la biblia. Saludos desde mi Cajamarca - Perú

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias por tus palabras, Edy. Con mucho gusto y alegría te visitaré en tu cálido lugar, y te envío un fraterno saludo desde esta Buenos Aires al sur del continente.
Paz y Bien
Ricardo

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