Para el día de hoy (10/12/10):
Evangelio según San Mateo 11, 16-19
(Juan el Bautista era un asceta, se vestía con pieles de animales y se alimentaba con frutos del desierto; su palabra era dura y a la vez clara, y su estatura moral enorme.
Aún así, era criticado sin piedad.
Sin embargo, el Maestro -también hablando de Dios- se sentaba a comer y beber, especialmente con los despreciados por estar éstos preclasificados como insalvables. Con Él se encarnizaban diciéndole glotón y borracho y vaya a saberse que otra cantidad de flores caducas, los insultos precisos de la soberbia.
Todos pretextos para rechazar de plano el mensaje de parte de Dios que les llegaba por Juan y por Jesús. ¿La razón?: es más fácil y cómoda la crítica despiadada y el epíteto cruel antes que la conversión, antes que aceptar que la Palabra siempre quebranta y desarma nuestros mezquinos esquemas y preconceptos.
-seamos sinceros por un momento: hay muchas hermanos y hermanos nuestros de voz clara, viva y vibrante que hablan palabras santas... y allí vamos nosotros prestos a poner las cosas en el lugar que no nos moleste, y soltamos con facilidad los latigazos de heterodoxia, apostasía, modernismo, marxista, contrario al Magisterio y una dolorosa lista de etcéteras-
Quizás sea sabio preguntarse si Dios no trata de llegar a nosotros de toda forma posible, valiéndose de amigas y amigos suyos que nos hablan en idiomas diversos de un mismo mensaje, el mensaje que verdaderamente importa: que Dios nos quiere, que nos ama para siempre, que a pesar de nuestros quebrantos y oscuridades, siempre habrá alguno de los suyos para que no nos olvidemos.
En esa ruptura de moldes y preconceptos, un Niño entre pañales y en brazos de su Madre es el signo de nuestra Salvación: no ha buscado un palacio, no encabeza otro ejército que aquel compuesto de pobres, enfermos y excluidos, no levantará su mano contra nadie, príncipe de Paz y Señor de la Historia...Dios con nosotros.)
Paz y Bien
Granito de arena de Esperanza...Sábado consagrado a María
Hace 38 minutos.
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