Para el día de hoy (01/12/10):
Evangelio según San Mateo 15, 29-37
(Desde una mirada sencilla, podríamos afirmar que un pueblo comienza a conformarse desde que se establece la primer familia.
En este alba que se nos viene asomando y que llamamos Adviento, hay una familia sagrada humilde y escondida.
Un hombre justo, una mujer de sol y un Niño Santo.
Es un tiempo nuevo, Año de Gracia y Misericordia, nueva alianza de Dios y el hombre.
Por eso, desde esa mínima e infinita familia y alrededor de ese Niño, se irá edificando un pueblo nuevo.
Rara e impensada mixtura que no estará signada por raza, historia, pertenencia o geografía.
Se trata de pertenencia cordial, es decir, de identidad desde el corazón.
Muy a pesar de ciertos amigos que opinan en contrario, manda el corazón: este pueblo no tiene problemas de visados o inmigración. Toda la humanidad está invitada a integrarse, sin excepción ni exclusiones.
Tal vez, la bandera que se izará a diario no sea otra que la de la compasión.
Por ello mismo, los apellidos patricios de esta nación serán los de los enfermos, los ciegos, los lisiados y muy especialmente los de los pobres.
Una política magníficamente incorrecta y santamente ajena al mundo surge en la interrelación de este pueblo cada vez más numeroso: ésa que establece la primacía del tú para llegar al nosotros desde el pan compartido.
Un Reino que humildemente florece en silencio ahora mismo, entre nosotros, desde ese Niño de Pan que nos espera en un portal de una aldea perdida y luminosa)
Paz y Bien
Granito de arena de Esperanza...Sábado consagrado a María
Hace 30 minutos.
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