Para el día de hoy (13/10/11):
Evangelio según San Lucas 11, 47-54
(Hay diversos tipos de violencia: suponer que la misma está acotada solamente al daño físico, implica negar otras situaciones de hecho tan graves como levantar la mano contra el prójimo.
Violencia es, claro está, utilizar la muerte como método político o religioso válido para acallar la voz clara del profeta. Un profeta muerto no incomoda.
Violencia también es amenazar al otro con castigos severos -de cualquier índole- cuando se aparta del pensamiento oficial.
Violencia es el desprecio por el origen, por la piel, por la sexualidad, por la religión, por la ideología o por cualquier motivo argumentado.
Violencia es la miseria y la pobreza que se imponen y, para peor, se justifican desde razonamientos en apariencia válidos. El hambre y la exclusión jamás pueden encontrar validación alguna.
Violencia es la omisión y el silencio cuando se sabe y conoce el daño infringido al otro, y se lo acompaña con gestos y acciones que avalan esa acción.
Violencia también es apropiarse del conocimiento una élite en desmedro de muchos; es la violencia de los que se vuelven guardianes y propietarios celosos de la Palabra, antes que servidores de ella.
Muchas son las formas de violencia, y todas y cada una de ellas son ajenas a la Buena Noticia, y al Espíritu de Aquél que es servidor de todos, el Manso de las naciones, el que no grita ni impone, el que invita a su mesa, el que comparte el pan y el vino)
Paz y Bien
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