Misión, comunión y liberación

San Lucas, Evangelista

Para el día de hoy (18/10/11):

Evangelio según San Lucas 10, 1-9


(El envío es, ante todo, la vocación primera de la comunidad cristiana: se trata de movimiento, de no quedarse, de desinstalarse, de ser manos y brazos de Jesús en un mundo en apariencia librado a su suerte.
Este llamado e impulso se define como misión de paz y esperanza, signos vivos de la presencia constante y fiel del Salvador para toda la humanidad.

No es fácil, ni es un camino cómodo ni exento de riesgos: antes de partir se sabe que se vá como corderos en medio de los lobos. Aún así, se trata de misioneros mansos que, a pesar de toda amenaza, eligen voluntariamente la mansedumbre, reconocen su pequeñez y fragilidad, y sin embargo no se detienen, no se abandonan al miedo, confían, resisten, avanzan.

Queda desterrada toda índole individualista: el carisma misionero es comunitario, solidario y de apoyarse en el otro, de saberse acompañados, y ello se traducirá y expresará en compartir la hospitalidad, la mesa, el pan, la vida.
Se comienza de dos en dos y se multiplica en forma cordial en la humildad y en la sencillez de cada hogar.

No hay misión más importante ni trascendente: es menester llevar a todos los rincones la paz, la liberación de todo demonio de la exclusión, la sanación de toda miseria y toda enfermedad.

Es reunir a los dispersos en la esperanza de que otra vida aquí y ahora es posible)

Paz y Bien

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