Canción de abuelos, música de la Salvación

La Presentación del Señor

Para el día de hoy (02/02/11):

Evangelio según San Lucas 2, 22-40

(Las razones de la Salvación son maravillosamente ilógicas a nuestras acotadas racionalidades.

María de Nazareth -Theotokos-, inmaculada, tierra sin mal, las más pura de todas se presenta obediente en el Templo para purificarse, según las prescripciones de la Ley de Moisés.

Quien ha de rescatar a la humanidad de la esclavitud del pecado, es ofrecido en la liturgia del rescate, prescrita a todos los primogénitos de Israel.

Ese signo perfecto del Dios Trinidad -la Sagrada Familia- no inmolará un cordero pascual, siguiendo las tradiciones más antiguas; ellos hacen la ofrenda de los no pudientes, de los más pobres, un par de pichones o tórtolas.

Y de quienes sólo puede suponerse el final, o más bien se puede esperar una muerte a sus puertas -abuelos con vidas sobradamente cumplidas en apariencia- se hacen comienzo y profecía.

El abuelo Simeón es signo cierto de aquellos que nunca resignan su esperanza, los anawin que todo esperan y confían del Dios de la Vida, aquellos que en medio de las sombras son capaces de mirar y ver la luz que nunca se apaga, y se vuelven canción impensada y profecía de liberación para todos los pueblos.
Ese Niño Santo en sus manos añosas revela que la fé -el mismo Dios- no es abstracción ni teoría... más que preceptos de culto, la fé es cercanía y abrazo.

La abuela Ana -hija de Fanuel- ochenta y cuatro maravillosos años, es esa Buena Noticia que necesita ser contada, que no se puede contener, que se expresa -con todo y a pesar de todo- desde la alegría que nace de una vida orante.

La Ley -Dt 19, 15- indicaba que la validez, legitimidad y veracidad de un testimonio había de estar avalada por dos testigos: estos dos abuelos cantan la verdad de la presencia de Dios entre nosotros, y expresan la melodía de la Salvación, descubriendo el mejor de los relatos: que el Dios de la Vida se expresa y revela en lo cotidiano, aún entre la multitud y la rutina, y que ese Niño Santo nos recuerda a cada instante que la Vida se ha hecho sagrada y única como Sagrada es la familia en donde crecerá en sabiduría y Gracia en los años niños de Nazareth)

Paz y Bien

4 comentarios:

victoria dijo...

Qué bien los viste, Ricardo, a los abuelos, a los de toda una vida orante y tenaz esperanza en el resquicio por donde se manifestará finalmente la luz y vida del Padre. Es gracias a ellos y a los que cómo tú trabajais diariamente por lo que los débiles y los ciegos podemos entender con más claridad Su Palabra.
Qué Él con su amor te bendiga.

Rincon de la Esperanza dijo...

Que linda entrada... tengo a mi abuelita con 103 años... la joya de la familia...
Un gran abrazo desde Paraguay

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Victoria, también pensaba en los abuelos que no conocí a causa de la guerra, en los maravillosos abuelos que tuve y que fueron como todos, siempre atentos a las necesidades de los niños, plenos de ternura y afecto, revestidos de oración y fé.
Que el Dios de la Vida te acompañe, proteja y bendiga siempre.
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Magda, una joya y una gran bendición 103 jóvenes años!
Gracias por tu presencia y tus palabras.
Un abrazo en Cristo y María de Caacupé y Luján
Paz y Bien
Ricardo

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