Viejos remiendos

Para el día de hoy (03/09/10):
Evangelio según San Lucas 5, 33-39

(Viejas ropas que no somos capaces de abandonar. De vez en cuando, se nos vuelve necesario colocar algún remiendo pues nos descubrimos impresentables; algún gesto solidario, una que otra oración mecánica, alguna misa que nos calme el ardor de la conciencia.
Remiendos que se vuelven viejos, y nos desgarran.

Remiendos que en comunidad -esto que llamamos Iglesia- solemos utilizar.
Apelando a menudo en la exactitud de las formas -importantes, claro está- pero que se quedan allí; puros remiendos.

La Buena Noticia no puede ser alambrada ni acotada a unos pocos, o al cumplimiento de normas.
Normas antes que corazones convertidos, formas antes que contenidos, puros remiendos que sólo desgarran almas y separan a los hermanos.

Con las tristezas y la miseria, con dolores y cruces tan habituales, aún así tenemos un destino de fiesta perpetua que se expresa en plenitud y vida que no se termina y que es el mejor fruto de la misericordia.

Habrá que decidirse a cambiar de ropas del todo, sin remiendos.
Nada puede detener a la Buena Noticia, no hay odre que pueda contenerla.

Sólo en corazones nuevos se vuelve el mejor de los vinos)

Paz y Bien

4 comentarios:

Edit dijo...

Cuanta luz me ragalas hoy con tu meditación.
A ordenar el placard interior, sacar las viejas mañas y caprichos egoistas, y buscar nuevos lienzos para cubrirnos.
La caridad, la Justicia y el don de gentes son buenos atavíos para el alma.
Un abrazo desde el corazón, querido amigo.

walkingwoman dijo...

El evangelio siempre nos renueva. Sólo necesitamos los ojos del corazón y el corazón creyente para ir dejando todo el lastre que nos impide caminar ligeros y proféticos en esta sociedad tan "facilona" a veces.

Hace años empezaba a vivir una nueva etapa sólo por la gracia de Dios. La escucha de la Palabra y la experiencia de Dios me lanzaron a hacer camino nuevo desde la pobreza y la sencillez. Alguien me dijo: "A vino nuevo, odres nuevos"... Desde aquel día han pasado ya sus veinte años... y de nuevo me digo, -y me resuena-: A VINO NUEVO ODRES NUEVOS... ¡Y es que tanta vida nos se puede contener en nuestras actitudes viejas y caducas...
Un fuerte abrazo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Edit precisamente lo que decís de la caridad, la Justicia y el don de gentes me hacen pensar en los únicos vestidos válidos y perennes que deberíamos llevar... De lo contrario, quedaríamos inermes y avergonzados como Eva y Adán luego de la caída,descubriéndose sin nada ante la mirada del Creador.
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Ma. Luisa, un agradecimiento enorme por tus palabras, por tu testimonio tan valioso. Que tu vida siga siendo motivo de brindis en el vino de la Vida que no perece y no tiene fin.
Un abrazo en el Dios de la Vida
Paz y Bien
Ricardo

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