Misión de paz

Para el día de hoy (30/09/10):
Evangelio según San Lucas 10, 1-12

(El Maestro envía a otros setenta y dos, para que vayan por delante a todo pueblo y ciudad adonde Él debía ir.
La misión no es exclusiva de unos pocos; por el contrario, en esos rostros de los enviados estamos todos y cada uno de nosotros, movidos con una resolución insospechada. Con el talante primordial y urgente de que no hay poblado -por pequeño e insignificante que parezca- ni megápolis en donde Él no deba hacerse presente, no existe sitio alguno en donde Él no ha de llegar.

Se trata de una misión de paz, una paz que es don y que precede también al envío de los misioneros; se trata de esa paz que significa vida plena, que significa reconocer al otro como tal, que significa justicia, que significa alegría, que es -sin dudarlo- muchísimo mas que la ausencia de cualquier conflicto.

Es tan decisivo el carácter de esta misión de paz, que la logística es clave.
Esta logística tiene la lógica maravillosa del Reino: ni bolsa, ni alforja, ni sandalias... Una cuidadosa planificación implica despojarse de toda carga para vivir la libertad de las hijas e hijos de Dios; si se trata de ser portadores de paz, se trata de ser libres de toda atadura.
Y se trata a la vez, de atarse voluntariamente y con confianza a la mano bondadosa de Aquél que nos envía. Eso que llamamos providencia.

Esa paz que se porta -y que no es propia, es de Él, que ha de llegar a todas partes- produce hospitalidad, fraternidad, el trabajo por los demás, la dedicación especial a los enfermos, el identificarse y hacerse igual con el paisano del lugar, el pan que se comparte.

Cuando esto sucede, el Reino acontece y nada puede contener la alegría)

Paz y Bien

4 comentarios:

Comunidad San Pablo dijo...

Revestirnos con la coraza del Señor, poniendo de manifiesto la doctrina de la humildad. Como dice La Madre; silencio y oración.
Un abrazo Ricardo.
Dios te bendiga.
Claudio

ARCENDO dijo...

Esta si que es una misión de PAZ, no hay otra mejor. ABRAZOS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Querido Claudio, que el Espíritu vivifique siempre a vos y a tu comunidad, que se hagan signo vivo de esperanza y salvación desde esa humildad que es la verdad.
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias, mi hermano Arcendo por tu presencia y tus palabras; no hay misión más urgente y más maavillosa.
Un abrazo en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

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