Desoír los cantos de sirena de las tibiezas y relativismos. Desertar de las medias tintas. Permanecer atentos a la Palabra.















Para el día de hoy (25/10/18):  

Evangelio según San Lucas 12, 49-53








Hay determinadas cuestiones que a la distancia las pasamos por alto y que son importantes, y entre ellas el significado psicológico en los discípulos de seguir a Cristo por los caminos.
Es claro que el discipulado involucra a la totalidad de la persona y nó sólo a un aspecto; aquí solamente trataremos de llamar la atención sobre lo difícil que era seguir al Maestro. Romper antiguos esquemas supuestamente inamovibles. Abrir la mente y el corazón a la acción asombrosa de la Gracia de Dios. Renegar de todos los no se puede.
Pero muy pero muy especialmente, el discipulado tenía por distingo ir siempre contra corriente, aún a riesgo de ser considerados locos, subversivos, blasfemos o cualquier otra adjetivación descalificatoria.

En nosotros también es un desafío y una invitación el ir siempre contra corriente, sin acomodarse, sin ceder a los sopores y las tentaciones de fuga que el mundo ofrece.
Entre esas tentaciones tal vez destaque la imagen de un Cristo rebosante de dulzura, tanto que se vuelve casi una caricatura que calma las angustias pero que no compromete. Un Mesías tan endulzado que parece que le hubieran puesto edulcorante para que nada produzca, para que se vuelva inocuo.

Pero el Cristo de nuestra Salvación siempre fué un Cristo incómodo, un Salvador inconveniente que no se adapta a ningún molde. Un hombre que es Dios pero a la vez esclavo y servidor de la humanidad, un hombre fiel a su misión, tan fiel que no vacilará y permanecerá firme hasta la muerte. Un hombre así es un hombre peligroso de tan libre y comprometido, corazón encendido de un fuego que no hace daño pero que es crisol de almas, un fuego que es menester que se propague para purificar corazones y mundos, el bautismo que excede el ritual, el bautismo que es un morir a lo viejo para nacer a una vida definitiva.

Desoír los cantos de sirena de las tibiezas y relativismos. Desertar de las medias tintas. Permanecer atentos a la Palabra, y hacerse palabra y señal del amor de Dios, con todo y a pesar de todo.

Paz y Bien

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