Ascensión: misterio, certeza y misión


La Ascensión del Señor

Para el día de hoy (05/06/11):

Evangelio según San Mateo 28, 16-20

(Todos nosotros, mujeres y hombres pequeños, frágiles y limitados -sin excepción- tenemos capacidades racionales acotadas a la biología de la actividad neuropsicológica, y a los condicionamientos espacio-temporales; por ello mismo, los intentos de comprensión de aquellas realidades que superan estas fronteras pueden resultarnos vanos y fútiles. Más aún, las tentativas de explicación de lo que trasciende nuestra humanidad tienen como consecuencia el minimizar realidades que enriquecen, reduciéndolas a moldes que a menudo refieren a un ignoto más allá inaccesible y desencarnado.
Pretender aprehender estos misterios es similar a empeñarse a condensar todos los mares en una pequeña copa.

La celebración de la fiesta de la Ascensión del Señor hoy vuelve a llamarnos y a despertarnos el hambre por lo que a veces suponemos inalcanzable, tan lejano que se nos hace ajeno.
Pues celebramos que uno de nosotros, Jesús de Nazareth el hijo de María, nuestro hermano, a superado la última frontera de la muerte, y vive para siempre en la realidad íntima de Dios Trinidad, Dios Amor que se comunica perpetuamente, Dios comunidad.
El significado de esa realidad puede tergiversarse cuando le adjudicamos una condición física a eso que llamamos cielo -altura o temporalidad-.

Por ello, celebramos que a través de Aquel que ha dado el primer paso/Pascua, todos podremos vivir para siempre en la plenitud de Dios, superando de manera definitiva la escasez de nuestra existencia y comenzando a degustar hoy, ahora mismo, esa vida que prevalece con todo, por sobre todo y a pesar de todo.

Nos sostiene una certeza: Jesús se ha ido para quedarse de manera definitiva, ha subido al Padre para quedarse corazón adentro, el carpintero galileo es el Cristo cósmico que quiere sumarnos para transformar a la creación, vá con nosotros, nuestros pasos son suyos, lo imposible se ha desterrado, el no se puede tiene fecha de vencimiento.

Sin embargo, no es un consuelo banal a nuestros ánimos lábiles: es una realidad que compromete, misterio que se hace tangible y moviliza, no podemos quedarnos quietos ni adormilados en la mera supervivencia o en las comodidades de torpes seguridades.

Habrá que volver a las Galileas de la sospecha permanente, ésas a las que le adjudicamos que de allí nada bueno ha de salir, Galileas de la periferia y los márgenes.
Allí nos reencontramos con Él, misterio y certeza de que eso que llamamos cielo se teje en este preciso instante en nuestras circunstancias terrenas, eternidad urdida entre nuestros días, Ascensión que no es partida y despedida sino más bien punto de partida y comienzo que no sabe de fronteras)

Paz y Bien

6 comentarios:

Rosario dijo...

Buenos dias Ricardo paso para desearte un,FELIZ DIA DE LA ASCENSIÓN.
Dios te bendiga.

Marian dijo...

Hola Ricardo: Un gran día el de hoy.
Buscad las cosas de arriba...
Nuestro encuentro con El allá arriba será
nuestro mayor gozo. Nuestra meta.
Un abrazo.
Bendiciones!!!

eligelavida dijo...

Feliz día de la Ascensión del Señor!! Os he recordado a todos los blogueros especialmente en la Santa Misa!

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Muchas felicidades -tardíamente- también para tí y los tuyos, Rosario, y gracias por tu presencia y tus palabras
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Así es, Marian, y más aún: esas cosas de arriba...las podemos intuir y descubrir aquí abajo. Su mano bondadosa atraviesa toda la historia
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Un muy Feliz día para tí también, Eligelavida, y gracias por ese regalo tan preciado y valioso de llevarnos contigo en la Eucaristía
Un saludo fraterno en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

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