Madre de Dios, camino de la paz


Santa María, Madre de Dios

Para el día de hoy (01/01/11):

Evangelio según San Lucas 2, 16-21

(Noche extraña: los pastores -sindicados desde siempre como gentes al margen, amigos de lo ajeno- eran, a ojos de la ley mosaica, totalmente impuros por el contacto habitual con animales. A nadie en su sano juicio se le habría ocurrido invitar a ninguno de ellos a acercarse a un recién nacido.
Sin embargo, tienen una invitación preferencial -con sus nombres claramente definidos- a descubrir a Aquél que se su Señor y Salvador, la liberación esperada.

El signo de la Salvación está en un Niño pequeño y frágil, un Niño pobre acunado por la ternura de su Madre, y quizás seguimos pasando por alto esta señal.

Día de triple celebración: por una parte, nos deseamos un año nuevo pleno y feliz. A la vez, se recuerda la Jornada Mundial por la Paz. Y como si no fuera suficiente, muchos cristianos celebramos a Santa María, Madre de Dios, Theotokos.

No existen las casualidades, sin aquellas causalidades que, quizás, sean signos de la mano bondadosa con la que Dios quiere escribir junto al hombre la historia.

Decimos María Madre de Dios, Theotokos -literalmente "la que ha parido a Dios"- y el Dios invisible, inaccesible y lejano se nos hace cercano, humano, uno de nosotros, quizás el más humano de todos para que todos nos hagamos Dios.

Decimos María y decimos nuevo, novedad, más aún, Buena Nueva... el Espíritu que renueva todas las cosas la ha recreado desde toda la eternidad y deseamos con Ella también que en este año calendario que iniciamos también hagamos espacios para que ese Niño Santo nos nazca.

Decimos María y decimos paz verdadera, plena y total, paz que es don y misterio, paz que crece en un corazón que rumia la Palabra de Dios y deja que germine y transforme su vida, paz que se edifica en el día a día, paz que no es la ausencia de guerras o conflictos sino más bien que es hija dilecta de la justicia, la fraternidad, la verdad vivida en plenitud y la derrota corazón adentro de todo egoísmo.

Decimos María y bendecimos -decimos bien-: bendecimos todo este año que comienza como vida nueva y plena, ajenos a todo éxito, felices por creer, plenos por descubrir todo lo que Dios ha hecho en nuestras vidas y deseosos de que Él nos lleve de la mano durante todo este año que está en pañales como la vida misma, Cristo que nos nace para nuestra liberación)

Paz y Bien

2 comentarios:

eligelavida dijo...

La maternidad divina de María. Un día importante para celebrar. Felicidades!!

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Muchas felicidades para tí y tus seres queridos, Eligelavida
Un abrazo en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

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