Visitación: Dios sale al encuentro


Domingo Cuarto de Adviento

Para el día de hoy (23/12/12):  
Evangelio según San Lucas 1,39-45

(El derrotero de Nazareth hacia la zona montañosa de Judea -la tradición lo identifica como Ain Karem- no debe haber sido nada sencillo: kilómetros y kilómetros de caminos peligrosos, de salteadores, de senderos poco ligeros para una jovencita embarazada.
Sin dudas, en esta geografía lo importante es que la Palabra, la Revelación y la profecía se desplazan de de la pompa del Templo de Jerusalem, de los escribas y doctores -los sacerdotes, como Zacarías, enmudecen y no tienen más nada que decir- y se llega hasta un sitio innominado, y sucederán cosas increíbles entre quienes nadie toma demasiado en cuenta, dos mujeres.

Para colmo, ambas portan dos embarazos extraños, muy extraños y sospechosos.

María parte de Nazareth sin demora: ha sido visitada por el Mensajero, ha descubierto la Plenitud de esa Gracia que ya le hace sentir los cambios en su cuerpo joven, por ese Niño de milagros. Ella está con todas las prisas para llevar a los suyos esa noticia maravillosa.

Sucede con la Gracia, y es cuestión pura de alegría: es cosa contagiosa que no admite demoras.
Es signo también de que cuando nos encontramos cabalmente, sin otro interés que el bien del otro, descubrimos que Dios se hace presente y el tiempo se vuelve fértil en profecías, aún muy jóvenes, aún abuelas.

La Visitación es la conjunción de una muchacha feliz por creer -destino de todos los creyentes a través de los tiempos- y una anciana que asombrosamente será madre, y que ha recuperado la fertilidad de su alma además de la de su cuerpo.

María lleva en su interior a Aquél que es vida plena y Salvacion. Por ello mismo, en donde está la Madre, se encuentra al Hijo empujando la vida, haciéndonos saltar de plenitud, de alegría, de coraje.

Dios nos sale al encuentro, de manera humilde pero también asombrosa. Dios nos busca, aún cuando nos encuentre en sitios teñidos de inconveniencia e imposibilidad.

Dios nos sale al encuentro en un Bebé Santo, por ofrenda de una mujer que se hace discípula, madre, amiga y compañera, y toda la historia se transforma)

Paz y Bien

3 comentarios:

Rincon de la Esperanza dijo...

Buenos días, tengo un mensaje para usted en

http://desdemicasarory.blogspot.com/2012/12/jesus-el-dulce-viene.html

Un gran abrazo!!

Rosario dijo...

Paso para saludarle y desearle una FELIZ NAVIDAD y PROSPERO AÑO NUEVO. Que el Niño Dios le colme de bendiciones, paz y amor.
Un abrazo.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Queridas Magda y Rosario
Que el hijo de María de Nazareth, Bebé Santo, Dios con nosotros, nazca al calor de sus corazones
Y que vivan una mansa y feliz Navidad junto a sus familias
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

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