En la plena humanidad de Cristo resplandece su divinidad

 






Para el día de hoy (26/09/20):

Evangelio según San Lucas 9, 43-45



La aseveración del Maestro es contundente y dura: será tomado prisionero, torturado, entregado a manos de los verdugos.


Los discípulos no son capaces de entenderlo: en su limitado horizonte no entra un Mesías humillado, ajusticiado, aparentemente vencido, muerto...

Aún así, no se atreven a preguntarle para que aclare sus dudas. No sólo tienen miedo de mostrar su ignorancia: quizás su mayor temor sea encontrar una respuesta que les resulte inaceptable.


Nosotros somos tristemente parecidos: hay preguntas que se nos vuelven tan difíciles que preferimos no realizarlas. No tanto por la vergüenza posible del no saber, sino por el temor que nos suscita la respuesta.


Las respuestas de las preguntas que le hagamos a Jesús necesariamente comprometen y transforman; son tan vinculantes, que nada será igual. Implica una gran dosis de confianza y coraje que, verdaderamente, no abunda.


Sin embargo, Él persiste y no nos abandonará.

Jesús, nuestro hermano y Señor, se nos revela como el Hijo del Hombre.

El más humano de todos, tan pero tan humano que por ello mismo, muestra en esa humanidad plena su divinidad.


Bendito sea Dios que se ha hecho uno de nosotros.


Paz y Bien

1 comentarios:

Walter Fernández dijo...

Vive Señor en Nosotros! Y que podamos ser tus Testigos sin claudicar! Paz y Bien🙏

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