Bernabé





San Bernabé, apóstol

Para el día de hoy (11/06/16):  


Evangelio según San Mateo 10, 7-13





La Iglesia celebra hoy la memoria de San Bernabé, apóstol. Sabemos por el Libro de los Hechos de los Apóstoles que su nombre era Juan, y que fué apodado por sus hermanos Bernabé, que significa hijo de la consolación; sabemos también que era de la tribu de Leví, y de origen chipriota.

Su actividad fué intensa y humildemente decisiva: aportó sin vacilaciones su patrimonio para sostener la incipiente comunidad cristiana, e hizo de puente entre Pablo de Tarso -recién convertido- y los apóstoles, pues éstos, dada su saña y brutalidad reciente, le tenían pánico. Con Pablo, también evangelizó a los gentiles con un empeño misionero incansable.

Aún así, lo verdaderamente importante y trascendente es el elogio que lo retrata por entero en los Hechos: Bernabé era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fé
En las Escrituras no son abundantes los elogios, y precisamente no es producto de la casualidad o simple crónica que se retrate a Bernabé con estas palabras. La intencionalidad es teológica, espiritual, hay una causalidad subyacente que refleja el ideal de la vida cristiana.

La bondad como virtud fundante que se expresa en la donación hacia los otros, en la vida que se ofrece sin condiciones, en prodigarse en el bien porque es lo que se debe, porque es lo que corresponde, porque nos hace crecer en estatura interior, y nó tanto por el cumplimiento de reglas restrictivas. La vida que se expande en el hermano desde el servicio y la fraternidad, que no se repliega tras el ego y las falsas prudencias.

El Espíritu Santo que lo colma, lo hace pleno y que resignifica y hace eterna esa bondad que se practica en lo cotidiano, una bondad que cuenta y define y que a causa del Espíritu de Dios es mucho más que un código de conducta. El Espíritu Santo que nos conduce desde los rigores de una Ley que regula el más acá hacia la tierra prometida de la Salvación, desde el orden impuesto del mundo a la libertad de los hijos de Dios, el orden santo de la Gracia.

Hombre lleno de fé, una fé que es don y misterio, una fé que es mucho más que una simple adhesión a una idea sino más bien y ante todo la unión indisoluble a la persona de Cristo que nos ha buscado primero y que nunca nos deja.

Con Bernabé, por su santa y bondadosa intercesión, vamos por el camino de la providencia que sostiene nuestros pasos, que nos lleva más allá de cualquier frontera, portadores de Buenas noticias, signos vivos del amor de Dios.

Paz y Bien


2 comentarios:

ven dijo...

Dudar, caer, arrepentirse, llorar, cansarse, reír, suspirar, levantarse; esto es la Fe. Gracias, un abrazo fraterno.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias por sus palabras y por su presencia fraterna

un abrazo

Paz y Bien

Ricardo

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