Pan de vida, pan de eternidad




Para el día de hoy (22/04/15):  

Evangelio según San Juan 6, 35-40



Por cierta tradición a la que perpetuaban, y por esa costumbre tan habitual de pretender poseer lo mágicamente instantáneo, esas gentes -entre los que bien podríamos estar cada uno de nosotros- ansiaban un pan así, un pan divino, un pan que les resolviera todos sus problemas olvidando que ese pan no es una masa de harina fermentada sino una Persona. De allí, en parte, su alegre declamación de pedir que siempre tengan ese pan.

Pan extraño.
Cuando hablamos de pan, inmediatamente pasamos por la vereda del sustento, del alimento, si se quiere de cómo se sostiene la vida, se pervive en los días. Porque sin pan, sin alimento, no hay mucho más que decir, excepto desfallecer, dejar que el cuerpo se derrumbe y nos arrastre razón, co-razón, esperanza, equilibrio, paciencia. Pan necesario, pan imprescindible.
Pero pan extraño que no es pan material. Pan persona. Pan de Cristo que es Cristo mismo en su vida ofrecida.

Pan que es vivir como Él vivió en su ministerio.
Pan que es amar como Él amaba.
Pan manso de la paciencia sin fronteras, de la mansedumbre que no nos exime del coraje.
Pan de la ternura, que no es de blandos o ingenuos, sino un desafío para mujeres y hombres hechos y derechos.
Pan cordial, de tener un corazón tan sagrado y grande como el suyo, sus pensamientos, su mirada, sus acciones, su capacidad de escucha.

En los gestos más pequeños se adivina la pertenencia filial, y mucho más la familia espiritual de pertenencia.

Pan de vida para no morir, pan de eternidad que nos crece la Resurrección y hace retroceder las fronteras de todas las muertes en el aquí y el ahora. Nos basta creer, y que la Gracia nos re-cree, nos sostenga la misericordia, nos haga pan para los hermanos.

Paz y Bien 

1 comentarios:

Unknown dijo...

Hemos publicado este texto en el facebook del "Refugio del silencio y la Palabra", café literario de Neuquén.
Los invitamos a visitarlo, como así también la pagína de facebook de COMUNICACION DIOCESIS NEUQUEN.

PAZ Y BIEN !

Lucrecia Casemajor
lucrecia.casemajor@hotmail.com

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