Para el día de hoy (30/09/09):
Evangelio según San Lucas 9, 57-62
(Es habitual que nos fabriquemos sesudas excusas para evadir nuestras responsabilidades y justificar la falta de compromiso con las cosas del Reino.
Y el Señor nos conoce, y conoce qué se teje en nuestras mentes y nuestros corazones, por eso nos plantea los obstáculos que nos impiden el caminar.
Ante todo, la confianza y el abandono en la Providencia, mano bondadosa del Padre, frente al acoso de inseguridades, miedos e inestabilidades... Estas preocupaciones no sólo detienen nuestros pasos, sino que nos atan a lo que es perecedero y nos ciegan de lo eterno, el Reino de Jesús.
Luego Jesús predica:-Deja que los muertos entierren a sus muertos-... Palabras que pueden inquietarnos si nos apegamos a ciertos esquemas racionales y a la literalidad.¿Porqué mejor no pensar a "los muertos" como a todos aquellos que no han recibido la Palabra de Dios, o mejor dicho, aquellos en los que la Palabra no ha echado raíces?; por ello la tarea de anunciar la Buena Noticia ha de ser nuestra prioridad principal.
Finalmente, el Maestro enseña con el ejemplo de la mano en el arado y la mirada hacia atrás: cuando ponemos el alma en lo pasado, perdemos el rumbo pues no sabemos ya por dónde pisamos y a la vez, negamos la posibilidad de conversión.
Y no es tampoco ponernos en una vereda opuesta a la de la familia, claro que nó.
Se trata siempre de mirar y ver qué es lo que nos detiene, qué obstáculos nos fabricamos en nuestro camino de seguir la huella de Jesús y la alegría que nos compromete en nuestra totalidad a anunciar su Reino)
Paz y Bien
Los obstáculos para seguir a Jesús
Una hermana en peligro
Si en una familia se encuentra en riesgo uno de sus integrantes, los demás no han de quedarse quietos ni tranquilos.
Hoy nos sucede eso mismo.
Nuestra hermana, la bella Honduras, se encuentra en grave peligro.
Se corre el riesgo de perder muchas vidas... Vidas que para nuestro Dios son únicas e irrepetibles, y que así deberían ser para nosotros.
-Para colmo de males, hay ciertos señores que siguen considerando la vida de los pobres como fichas para jugar en una ruleta infernal-
Parecería que poco podemos hacer, y eso es un error.
Podemos orar, unidos por el Espíritu y sin descanso.
Porque lo que le sucede a nuestra hermana -si bien puede leerse desde lo político, lo ideológico, lo social, lo jurídico, o desde el sentido común- es ante todo cosa del Evangelio: hay en juego muchas vidas que deben preservarse y promoverse.
Oremos con la confianza de ser escuchados.
Oremos para que crezca el árbol de la paz y la justicia, y que nuestros hermanos hondureños gusten de sus frutos.
Es una tarea inaplazable.
Paz y Bien
Ricardo
Fidelidad sin doblez
Para el día de hoy (29/09/09):
Evangelio según San Juan 1, 47-51
(Natanael era también un galileo, más precisamente de Caná.
En esa ciudad, curiosamente, el Señor realizaría su primer milagro; en esa ciudad daría comienzo el anuncio y presencia del Reino de los Cielos.
Jesús nos conoce en nuestra totalidad, y sabe qué crece en nuestro corazón. Y si bien los caminos del Señor son misteriosos, por algo a Felipe lo llama directamente -¡Sígueme!- mientras que para la vocación -el llamado- de Natanael se vale de un amigo, del mismo Felipe.
Jesús nos conoce: por eso afirma sin ambages, al encontrarse con Natanael -Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez...-
-y ha debido ser impagable la expresión de asombro y estupor del galileo, que alcanza a balbucear -¿de dónde me conoces?-
Sin doblez...
Sin dudas, Natanael era un israelita "hecho y derecho", estudioso de la Torá -la Palabra- y fiel íntegramente a las tradiciones aprendidas. Sin dudas, también, era un hombre piadoso pero firme como una roca en esa imagen del Mesías que le habían inculcado...Y esa imagen era de un mesías que poco tenía que ver con Cristo.
Sin embargo, Natanael era fiel a sus convicciones, equivocadas o nó.
Pero esa fidelidad no lo volvía obtuso, no hacía de su racionalidad religiosa una idolatría... Era capaz de voltear los muros de sus errores, y desde su corazón reconocer al Señor:
-¡Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!-
Natanael seguirá caminando junto a Jesús y los otros discípulos... Y mantendrá esa integridad que resaltaba el Maestro, a tal punto que accederá al martirio por no doblegarse en su fidelidad.
Una fidelidad sin doblez que hace abrir la otra mirada, la que permite reconocer al Salvador y a sus ángeles que son mensajeros del Dios de la Vida)
Paz y Bien
Son tuyos los niños
Para el día de hoy (28/09/09):
Evangelio según San Lucas 9, 46-50
(Nuestro Dios tiene especial predilección por los pequeños.
Él, al hacerse uno de nosotros para rescatarnos a todos se hizo un frágil Niño en brazos de su Madre.
-Los discípulos, como solemos hacer nosotros, estaban preocupados por títulos, honores, primacías y reconocimientos; discutían entre ellos quien sería el más grande; y el Maestro toma a un niño y acercándolo, les dice que quien reciba a un niño, lo recibe a Él! Y si lo recibe a Él, recibe a su Padre…Nada menos…-
Por eso, Señor, son tuyos los niños, todos ellos.
Pero Maestro, especialmente son tuyos
los niños sin madre
los niños abandonados
los niños abusados
los niños a los que se impide nacer
los niños esclavizados
los niños prostituidos
los niños considerados como meros reservorios de órganos para transplante
los niños sin escuela ni hogar
los niños víctimas de la violencia y sometidos por el hambre
los niños sin doctor ni dentista
los niños que los explotan trabajando
los niños que duermen en los portales
los niños prisioneros de las drogas
los niños humillados por el destrato
los niños soldados
Y todos y cada uno de ellos son nuestros hijos, y nosotros solemos mirar para otro lado cuando ellos languidecen a nuestro lado.
Y son tuyos, y estás ahí en ellos, y tu Madre vive derramando lágrimas por ellos, y nosotros como si nada.
Señor, ten piedad de nosotros)
Paz y Bien
Los nuestros
Para el día de hoy (26/09/09):
Evangelio según San Marcos 9, 38-43.45.47-48
(Hay veces en que por afirmarnos en un determinado perfil, o bien por definir una pertenencia específica, no dejamos atrás cierto carácter mezquino que nuestra historia arrastra desde hace siglos y que nos obnubila la mirada interior.
Así suele suceder con nuestras actitudes para quienes no pertenecen, como nosotros, a determinado grupo; esto se puede percibir más acentuado cuando alguna persona no pertenece a nuestra comunidad, a nuestra Iglesia.
Jesús nos ha enseñado una nueva dimensión en los vínculos humanos desde el Reino de los Cielos: su familia no será tanto la ligada por los lazos sanguíneos, sino por los lazos espirituales.
Serán madres y hermanos suyos quienes hagan vida la Palabra de Dios.
Y vá más allá todavía.
Toda mujer y todo hombre que haga el bien, que transforme su vida en expresión de bondad, aún sin pertenecer a su cercanía, también estará con Él.
Un enorme misterio de su Misericordia infinita, que viene a llamarnos la atención hoy a todos y cada uno de nosotros.
Pues debemos comenzar a considerar como nuestros, como parte de nosotros a toda persona que haga el bien, que profese la bondad, aún cuando no pertenezca a nuestra confesión.
Profundo misterio de amor y misericordia del Reino de los Cielos que el Maestro nos revela, y que espera una respuesta de nuestras vidas.
Los nuestros son muchos más de los que suponemos; hay que abrir los ojos y salir a su encuentro.
Jesús ya los ha reconocido.)
Paz y Bien
Divinizando lo humano
Para el día de hoy (26/09/09):
Evangelio según San Lucas 9, 43b-45
(Jesús le confía a sus amigos la proximidad y la certeza de su Pasión.
Pero ellos no entendían... A sus propios preconceptos, habría que añadir que entenderían la Pasión del Señor luego de su Resurrección.
Y no entendían porque escapaba a sus mentes un Mesías tan humano, tan igual a ellos, un Mesías en apariencia derrotado y humillado por la cruz, un Mesías que no fuera poderoso y glorioso a la manera que eran capaces de aceptar.
Sin embargo, callaban pues albergaban el temor de preguntarle acerca de su anuncio.
Callaban por temor a la respuesta, pero también por algo que nos puede suceder a menudo: dejar en evidencia nuestra ignorancia.
Y el Maestro vá más allá de cualquier preconcepto y tradición, y rompe todo molde que le querramos poner.
Sin dudarlo, se autodenomina "Hijo del Hombre" -los Evangelios recogerán esta expresión en...83 oportunidades!-
Hijo de Hombre por las antiguas profecías, especialmente la de Daniel.
Hijo de Hombre: un Dios bien humano que se ha hecho uno de nosotros, bajando desde su total alteridad a estos campos desde el seno de una pequeña Mujer.
Hijo de Hombre que viene a señalar que el Reino de los Cielos, la voluntad del Altísimo, no implica acotar la vida a plazos determinados en espera de futuros prometidos post mortem... El Reino de los Cielos tiene el color y el perfume del aquí y ahora, la gloria de Dios es que el hombre tenga vida y la tenga en abundancia.
Hijo de Hombre, Dios hecho uno más entre nosotros a fin de que nuestra débil y frágil condición humana se divinice, seamos todos uno en Él)
Paz y Bien
Descubrir al Mesías en su cercanía e intimidad
Para el día de hoy (25/09/09):
Evangelio según San Lucas 9, 18-22
(Jesús recorría pueblos y caminos, sanaba enfermos, anunciaba la Buena Noticia del Padre y del Reino de los Cielos, se sentaba a la mesa con publicanos y pecadoras... Traía muchas dudas y preguntas.
La gente sencilla asociaba su figura a personajes de la Torá, del Antiguo Testamento.
Los poderosos le temían -Herodes entre ellos- y, a la vez lo despreciaban por su actitud de apertura y aceptación de los excluídos, de los despreciados.
Pero el Maestro, que conoce los corazones de las personas, era sabedor de todo esto pues además de su saber profundo, era informado por los discípulos.
Los discípulos...
Caminaban con Él, compartían cansancios, distancias, alegrías y rechazos, convivían todo el día con Cristo.
Por eso, en un momento de silencio y oración, les pregunta a ellos quién creen que Él es.
Y Pedro, sin duda iluminado por el Espíritu, le responde contundente: -El Cristo de Dios-.
La respuesta de Pedro es una respuesta de fé, pues indudablemente Pedro, al igual que la mayoría de los israelitas, esperaba un Mesías guerrero y victorioso que restaurara el trono de David, expulsando en batalla al opresor romano. No obstante ello, confundido y sin entender del todo, Pedro lo reconoce y lo confiesa.
Ése quizás sea el mensaje para nosotros del Evangelio del día de hoy.
Sólo podremos reconocer a Jesús como nuestro Mesías desde la cercanía e intimidad, intentando compartir con Él todo lo que nos sucede a diario, y más aún: haciendo que nuestras cosas, lo que hagamos, sean enteramente suyas.
Y allí si, en nuestro corazón lo podremos descubrir y confesar como nuestro Cristo, como nuestro Mesías, como nuestro Salvador.
Un Mesías guerrero manso, armado sólo de su Palabra, que planea estrategias haciendo el bien por doquier y que obtendrá la máxima victoria aceptando obediente y humilde la tortura, la humillación y el sacrificio de la cruz.)
Paz y Bien
Oración a María de la Merced de la Redención de Cautivos
Madre de Jesús, nuestro hermano y Señor,
y Madre nuestra
Hace ocho siglos el Espíritu de tu Hijo
impulsó a varios maravillosos locos y santos
hermanos nuestros a dar la vida por la libertad de los cautivos.
Y vos estabas allí
tenaz en tu fé
obstinada en tu amor
con los ojos salobres
de tantas lágrimas que derramaste por tus hijos oprimidos
-Pedro Nolasco y sus compañeros te sabían con ellos
y por eso no cejaron en su compromiso de amor y libertad-
Hoy han cambiado los términos y los modos
pero los poderosos siguen siendo poderosos
y miles de nuestros hermanos sufren
-a menudo ante nuestra mirada impávida-
la cautividad y la opresión
que son afrenta a su dignidad de hijas e hijos de Dios.
Vos sabés bien que sucede con tus hijos
hay muchos cautivos y oprimidos
por la miseria
por la exclusión
por el desempleo
por el color de su piel o el lugar en dónde viven
por haber nacido en determinado lugar
por ser considerados menos que nada
Con tu ¡Sí! incondicional y confiado al Padre Eterno
has abierto las puertas de la Redención
llevando en tu vientre a quien se esperaba siglo tras siglo,
amamantándolo, criándolo, siendo su mejor discípula,
acompañándolo hasta su inmenso sacrificio de la cruz
y siendo testigo de su victoria sobre la muerte.
Ayudanos hoy a vencer ante todo nuestros miedos y temores
nuestras incertidumbres y nuestra falta de confianza
Vos sos la Liberación también.
El despojo de vos misma por puro amor
la entrega confiada en Aquél que nunca nos abandonó
abrió la puerta que jamás ha de cerrarse.
Acompañanos
La tarea parece inmensa, pero no es imposible
La cautividad que ofende la dignidad de las hijas e hijos del Padre de todos
puede convertirse en fiesta de liberación
en fruto viviente del Reino de tu Hijo, nuestro hermano
Ayudanos
para que dar la vida por la libertad del prójimo
sea la tarea primordial
y se convierta en sacramento del Reino
y camino de nuestra plenitud, que es también la tuya.
María de la Merced,
de la Misericordia infinita de Dios
de la Redención de cautivos
intercede por nosotros ante tu Hijo
-Él nada te niega-
para no ceder en nuestro compromiso
y tener bien abiertos los ojos
para mirar y ver la opresión
que es contraria a la Vida que Dios quiere
para todos sin distinción.
María de la Merced, ruega por nosotros
Preocupaciones herodianas
Para el día de hoy (24/09/09):
Evangelio según San Lucas 9, 7-9
(Herodes Antipas estaba desconcertado ante la predicación de Jesús.
Sin dudas, era un hombre muy supersticioso: temía que Jesús fuera el Bautista resucitado de entre los muertos.
Pero tampoco tenía escrúpulos: reconocía abiertamente haber mandado a ejecutar a Juan.
Pero la fama de Jesús se extendía por sus dominios, y quería verlo... Ya se empezaban a gestar las amenazas de los poderosos contra el Señor.
El temor de Herodes no surgía únicamente de su talante supersticioso: se preocupaba por la recepción que el pueblo -confundido o nó respecto de su identidad- brindaba al Maestro.
Hablemos claro y sin vueltas: el amor, el Reino de Dios -que es Gracia- es una amenaza para los poderosos, pues supone el bien y la vida plena y abundante para todas las hijas e hijos de Dios.
Esa vida del Reino implica también Verdad y liberación.
El amor es una amenaza.
Hemos de tomar conciencia de ello de acuerdo a nuestro compromiso: pues si hacemos vida la Palabra del Señor, nos volvemos peligrosos y una amenaza para los poderes de este mundo.
Amorosamente peligrosos y mansamente amenazantes para mayor gloria de Dios y bien de nuestros hermanos)
Paz y Bien
Camino y misión
Para el día de hoy (23/09/09):
Evangelio según San Lucas 9, 1-6
(Donde está Jesús, se hace presencia y realidad el Reino de Dios.
Y su anuncio ya no será solamente tarea del Maestro: ha enviado a sus discípulas y discípulos con plenos poderes y autoridad para actuar en Su Nombre.
El Reino de nuestro Dios no es una bella y simpática utopía de un tal Jesús de Nazareth: es una realidad que se hace presente y concreta cuando se hace vida su Palabra Viva; por eso, jamás la evangelización ha de ir desligada del acontecer humano, antes bien, asume la totalidad de la dimensión humana y la transforma, sanando los males de cuerpo y alma que duelen y excluyen, y florece en gestos de amor que no son otros que obras de misericordia, solidaridad y liberación.
Y el Maestro les marca la senda a seguir a sus discípulos -hoy a nosotros mismos-:
despojarnos de toda preocupación por nosotros mismos, aceptar las particularidades y diferencias de quienes le llevamos la Buena Noticia, compartir la vida y aceptar en la comunidad de Salvación especialmente a los excluídos.
El camino y misión y la misión está señalados, y esperan nuestros pasos)
Paz y Bien
María y la pregunta de siempre
Para el día de hoy (22/09/09):
Evangelio según San Lucas 8, 19-21
(María no es solamente la Madre de Jesús.
No está unida a Él únicamente por vínculos sanguíneos: es también su discípula.
Por eso es doblemente Madre: porque lo ha gestado y criado y porque escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica.
Así, desde su pequeñez se ha hecho Madre de todos, cuidando y enseñándonos a todos con el ejemplo.
Desde su ¡Hágase en mi según tu Palabra! y desde las bodas de Caná -Hagan lo que Él les diga- ha asumido su doble dimensión maternal, la sanguínea y la espiritual.
Y junto con su Hijo, dá la respuesta a la pregunta de siempre, que se repite generación tras generación: ¿qué es hacer la voluntad de Dios?
Y con su vida, apoya la clara afirmación de su Hijo: hacer la voluntad de Dios es escuchar su Palabra y ponerla en práctica, hacerla cotidianeidad.
Allí está el núcleo de esa familia suya que llamamos Iglesia)
Paz y Bien
Levantarse por la Misericordia
Para el día de hoy (21/09/09):
Evangelio según San Mateo 9, 9-13
(Mateo se encontraba sentado a la mesa en donde cumplía rigurosamente la tarea de recaudar impuestos.
Detrás de esa mesa se efectuaba una concienzuda sangría sobre el trabajo y el esfuerzo de muchos, en favor del reyezuelo local y como tributo del Imperio del que era vasallo. Por esa razón, los recaudadores de impuestos -o publicanos- eran ferozmente detestados por los judíos. Era tal el desprecio que inspiraban que se los colocaba en la misma categoría moral que las prostitutas.
Y en eso, pasó Jesús y lo vió.
-Sígueme- bastó que le dijera, y Mateo lo siguió.
Lo siguió dejando atrás todo el mecanismo de explotación de sus paisanos, al que servía con denuedo.
Lo siguió dejando atrás la servidumbre del mal, y se puso a su servicio.
Esa es la verdadera liberación: el paso de la servidumbre al servicio.
Y la Palabra nos dice algo0 más acerca de Mateo, que no debe pasar inadvertido ni tampoco es un dato menor y secuencial: antes de seguirlo, nos dice que Mateo "-se levantó...-".
-Cuando pasa el Señor y nos llama por nuestro nombre, nos ponemos de pié, aún cuando podamos estar hundidos en el fango de nuestras miserias, noqueados por el dolor o doblegados por la tristeza, el miedo o el egoísmo. La voz del Maestro nos hace poner de pié-
Pero siempre está el corifeo de los que se creen puros o meritorios de vaya a saberse qué. En este caso, los fariseos se escandalizaban ¡¿cómo podría ser que este hombre que hablaba en nombre de Dios llamara a tipos como Mateo, un despreciable publicano, y como si eso no fuera suficiente, se sentara a la mesa con prostitutas y toda clase de indeseables!?
Maravilloso escándalo éste, el del Reino de los Cielos...
Si Dios obrara según lo que corresponde a nuestros actos, conforme a derecho, ¿quién podría salvarse?
Pero nuestro Dios es ante todo un Padre Misericordioso que nunca descansa en la búsqueda de sus hijas e hijos perdidos.
No vaciló en entregar a su propio Hijo Jesús, hermano y Señor nuestro, a una muerte atroz para el rescate de muchos, para la salvación de todos.
En este preciso instante, Jesús pasa y nos vé y nos llama por nuestros nombres.
Y nos pide que lo sigamos.
Y nos hace poner de pié, como signos de su Infinita Misericordia, escándalo para un mundo que sólo sabe de exclusiones, prejuicios y discriminación.
El maravilloso escándalo de un Dios que viene en búsqueda de los despreciados y rechazados, por su Amor inacabable e inabarcable)
Paz y Bien
Desde los niños
Para el día de hoy (20/09/09):
Evangelio según San Marcos 9, 30-37
(Venían atravesando Galilea, y Jesús hace el anuncio que será el hecho más trascendente en la historia de la humanidad: su entrega a la muerte en la cruz y su Resurrección.
Pero los discípulos no entendían; y no conformes con ello, por el camino discutían entre ellos acerca de jerarquías, prebendas, primacías, quién sería el primero entre ellos...
Al llegar a Cafarnaúm, Jesús les preguntó qué venían discutiendo por el camino, y ellos -seguramente avergonzados- callaron.
Si nos quedáramos en el aspecto meramente humano, hubiera sido sin lugar a dudas un golpe de tristeza demoledor para el Señor: les anunciaba su sacrificio supremo, y ellos preocupados por cosas mezquinas.
Como suelen decir, se estaban probando las ropas que estaba por dejar.
Pero el Maestro, sabedor de sus debilidades, los amaba y es ante todo Misericordia que se expresa hasta en los mínimos gestos y hechos de la vida.
Por eso les enseña: - El que quiera ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos-.
Y no se queda allí: pone un niño en medio de ellos, y les dice que quien reciba a un niño en su nombre, lo recibirá a Él y por tanto, a su Padre.
Y a nosotros hoy nos está diciendo lo mismo.
El Reino de los Cielos de construye desde el silencio y desde el servicio.
Y su moral y su ética tienen su fundamento en el amor y la misericordia, recibiendo en nombre de Jesús a los niños, es decir, a todo aquel que no tenga derechos, ni poder, ni se pueda defender, ni tenga protección.
Nuestro Dios se pone abiertamente del lado de los más pequeños, y abre las puertas de su Reino desde los niños.
Allí está nuestra misión y nuestra senda)
Paz y Bien
Parábolas que ocultan y revelan
Para el día de hoy (19/09/09):
Evangelio según San Lucas 8, 4-15
(La Palabra del día de hoy nos enseña desde la parábola de la semilla.
En los tiempos de la predicación del Maestro, la agricultura no era tarea fácil: el terreno era habitualmente pedregoso, pocas aguas de cultivo, demasiado sol y matorrales, mucho camino cercano al sembradío que hacía que los viajeros pisotearan las semillas.
Aún así, los campesinos cada año renovaban el sembrado, confiados en la tierra fértil y en la generosidad de la naturaleza.
Y el Señor les plantea a sus discípulos, luego de explicarles la parábola de la simiente, algo misterioso: Él gustaba de enseñar con parábolas, pues sabía que la gente más sencilla aprendería con mayor facilidad... Sin embargo, las parábolas estaban destinadas a revelar la verdad a unos y ocultarla a otros.
A primera vista, puede parecer un mazazo a la esperanza.
No obstante, no es cosa del Maestro esconder el Reino de los Cielos: todo depende de nosotros.
Será cuestión entonces de abrir el corazón y tener la confianza del campesino que, aún en medio de las dificultades, tiene fé en que la pequeña semilla depositada germinará y dará muchos frutos.
Pues lo oculto se revela al corazón que espera confiado en Dios)
Paz y Bien
Hijas e hijos
Para el día de hoy (18/09/09):
Evangelio según San Lucas 8, 1-3
(La Palabra del día de hoy comienza diciéndonos la misión de Jesús: recorría los pueblos y ciudades anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios.
Y también nos revela que no iba solo: lo acompañaban los Doce.
Pero surge algo maravillosamente misterioso: nos dice que también en su Misión lo acompañaban algunas mujeres.
Es extraño pues nombra a los Doce en su conjunto, pero el Evangelista nos trae los nombres de algunas de ellas: María la de Magdala, Juana de Cusa, Susana...
Hay algo importante aquí: en aquellos tiempos la mujer no tenía relevancia ni derechos, era considerada mucho menos que el varón.
Pero el Maestro -para escándalo y confusión de corazones cerrados- viene a romper una cadena de opresión, con su amor revolucionario: no sólo dice que la Misión de anunciar esta Buena Noticia del Reino de Dios no es tarea exclusiva de Él, sino que es compartida con sus discípulos totalmente y por igual.
Y cuando habla de discípulos, no se retrae a cuestiones de género mezquinas: la misión es tarea y compromiso de vida de mujeres y hombres por igual.
Con ello les decía a los poderosos de su época y de la nuestra que varones y mujeres poseemos la misma dignidad que por ningún motivo ha de ser pisoteada: la de ser hijas e hijos de un mismo Padre.
Allí hay también un mensaje y un desafío para nuestro presente: restituir la dignidad en las estructuras y culturas actuales de la mujer.
-Al fin y al cabo, en esta familia que solemos llamar Iglesia, la más grande y la primera ha sido una pequeña mujer galilea que con su Sí! cambió la historia-
Por María, Madre del Señor y de todos nosotros)
Paz y Bien
El misterio de la Gracia y el perdón
Para el día de hoy (17/09/09):
Evangelio según San Lucas 7, 36-50
(La Gracia es misterio profundo, está más allá del alcance de la comprensión humana y es precisamente lo que su nombre refiere, gratia, gratis...
Se nos dá sin condiciones ni exigencias, es pura cuestión de un Dios que es Todopoderoso porque es Amor.
Y Jesús, hermano y Señor nuestro, Dios hecho humano como nosotros, nos regala su Gracia... Y la Gracia trae consigo el perdón, infinito y abundante, vida que se renueva y reconstruye, herida que sana para siempre, alma enferma que se cura.
Y frente a los misterios, las palabras vienen sobrando.
Sólo quien ha experimentado la vivencia total del perdón, puede dar testimonio de la gratitud y el amor que genera en forma desbordante e incontenible.
Y deberíamos volvernos alma adentro para redescubrir la Gracia y el perdón en nosotros; bien lo dice San Pablo "donde abundó el pecado, sobreabundó la Gracia".
No hay que ceder espacios a la desesperanza, suceda lo suceda, hagamos lo que hagamos.
Nuestro Dios no es juez, fiscal y verdugo. Nuestro Dios es un Padre Misericordioso.
Y quizás sea parte de nuestra misión avisarle a los demás eso mismo: que Dios perdona, cura almas, venda corazones lastimados por el mal.
Para que se genere gratitud y amor en estas tierras desoladas por el egoísmo y la indiferencia)
Paz y Bien
Insensatez del mundo y sabiduría en Jesús
Para el día de hoy (16/09/09):
Evangelio según San Lucas 7, 31-35
(El mundo no tiene un movimiento pendular uniforme. Oscila con brusquedad y reiteradamente entre la insensantez -la mayoría de las veces- y la sabiduría - muy pocas veces-.
Así como a Juan el Bautista -hombre enteramente de Dios, ascético y desprendido- era tildado de loco, de endemoniado, Jesús sufrió su rechazo por estar con el pueblo, caminar con los pobres, curar enfermos, comer con pecadores, hablar con las mujeres, cuestionar las normativas que oprimen, abrir las puertas al Padre Bueno... Con el mismo asco y distintos apelativos, era tildado de borracho y hombre de gula, perseguido por blasfemo.
No sólo pasaba en los tiempos de la predicación del Maestro, hoy también les sucede a sus discípulos.
Pero no todo está perdido.
Siempre queda un resto, siempre hay algo más.
Por eso nos dice la Palabra que la Sabiduría ha sido reconocida por sus discípulos.
Roguemos para que el Espíritu del Resucitado nos ilumine y aliente en este camino de verdadero inconformismo, de buscar no la erudición sino antes la sabiduría de hacer vida diaria la Palabra de Dios)
Paz y Bien
Stabat Mater
Para el día de hoy (15/09/09):
Evangelio según San Juan 19, 25-27
(¿Habrá un dolor más grande y desgarrador que el de una madre que vé como se escapa la vida del cuerpo de un hijo sufriente, escarnecido y humillado, torturado y sometido a toda clase de vejámenes?
Jesús agonizaba en la cruz; todos los que se decían sus amigos, discípulos, seguidores habían sido ganados por la sombra del miedo...Lo habían dejado morir en soledad.
Sin embargo, estaban allí tres mujeres: su Madre, María de Cleofás y María de Magdala.
Su Madre estaba allí, con el corazón atravesado por esa espada que años atrás le había anunciado el anciano Simeón, pero tenaz y obstinadamente de pié junto a ese Hijo que amaba y se tejió en sus entrañas... Ese Hijo que era su Hijo y su Dios.
Y ese Hijo no se iba a conformar con entregar su vida en rescate de muchos... Era tal su entrega que se despojaba de todo, incluso de su Madre.
Y la entrega al discípulo amado, y desde ese momento la recibió en su casa como madre.
Estaba la Madre, Stabat Mater.
Y esa Mujer es una Madre que está viendo morir al hijo de su vientre y que no tiene casa propia.
Su hogar es la casa de sus hijos.
Su hogar es tu casa, mi casa, y espera de pié a ver si somos capaces de recibirla desde este momento como Madre)
Paz y Bien
Exaltar la cruz
Para el día de hoy (14/09/09):
Evangelio según San Juan 3, 13-17
(La cruz ha tenido y tiene para este mundo un significado tenebroso. Es lógico: el imperio romano ejecutaba a los reos de graves delitos mediante este método.
A través de los años la cruz ha podido ser la silla eléctrica, la cámara de gas, la inyección letal, la guillotina, el fusilamiento...
La cruz, siguiendo la lógica humana, es sinónimo de muerte y dolor, y es hija dilecta del sufrimiento y del sacrificio por el sacrificio mismo.
Pero como nos decía la Palabra ayer domingo, debemos pensar desde Dios.
Y creemos en un Dios que es Amor Infinito e incondicional para con sus hijas e hijos.
Tan incondicional y tan inmenso que es humanamente incomprensible que el Salvador del mundo -Dios hecho uno de nosotros-, Jesucristo hermano y Señor nuestro, nos haya querido hasta el extremo de entregar voluntariamente su vida a la humillación, al horror de la tortura y al sacrificio espantoso de la cruz.
Ni siquiera el miedo a una muerte tan fiera lo hizo retroceder en su promesa y su compromiso de salvarnos a todos.
Por eso, desde la mirada de ese Dios en apariencia derrotado, la cruz adquiere otro significado que ha de ser exaltado y reivindicado cada día.
El signo mayor de que Dios nos quiere: Jesús murió en esa cruz, y desde esa cruz ha sido levantado nuevamente a la vida por el Padre común a todos.
Desde esa cruz voraz, la muerte no tendrá la última palabra, y el sacrificio de morir por los demás es una semilla teñida de sangre que germinará en la alegría perenne de la Resurrección.
Y desde esa cruz en la que Jesús muere y a la vez derrota de una vez y para siempre a la muerte, cada sacrificio y cada cruz diarias de nuestras vidas cobrarán un nuevo sentido.
La cruz será signo de vida y amor, y certeza de Resurrección)
Paz y Bien
Un Mesías inesperado e inconveniente
Para el día de hoy (13/09/09):
Evangelio según San Marcos 8, 27-35
(Pedro hace una confesión total y contundente en Cesarea: -Tú eres el Mesías-
Pero a la vez, es incapaz de aceptar lo que vendría. Sus pensamientos no son los de Dios, son pensamientos de un hombre que busca lo más conveniente.
Jesús es un Mesías inesperado e inconveniente.
Nadie podía presuponer que el Liberador del pueblo iba a provenir de una humilde familia galilea, que sería un carpintero que duramente habría de ganarse el pan cotidiano, que iba a estar sujeto a sus padres hasta su vida adulta, que no reclamaría para sí mismo tronos, títulos, honores...
Menos aún, que demostraría ser Hijo de Dios Todopoderoso cediendo voluntariamente y en absoluta libertad su vida, aceptando el escándalo de la cruz, la infamia de una derrota imperial.
No somos muy diferentes a Pedro.
Estamos intoxicados por una cultura que pone por sobre todo el éxito, el score, dividiendo las aguas entre ganadores y perdedores... Y claro, unos con más derechos que otros.
Para nosotros y para este mundo Jesús también es un Mesías muy inconveniente.
Nos habla de que la victoria sobre la muerte se obtiene entregando la vida.
Nos habla de que el verdadero tesoro, la acumulación legítima es el total desprendimiento de las cosas y de uno mismo en favor del prójimo.
Nos habla de que a pesar del dolor y la humillación, la voracidad de la cruz no es la última palabra, sino el comienzo.
Nos dice que, a pesar de todo, la cruz no es ya símbolo de muerte, de ejecución y verdugos, de humillación y delitos sino señal de puerta que se abre para la vida abundante y plena.
Quiera el Espíritu del Resucitado iluminarnos en este camino temporal, en este estar de paso, para ser profundamente inconvenientes y contradictorios, a contramano de la lógica mundana de la muerte y el egoísmo.
Para mayor Gloria de Dios)
Paz y Bien
Tesoros de bondad, cimientos de roca
Para el día de hoy (12/09/09):
Evangelio según San Lucas 6, 43-49
(El Maestro siempre recurrió a ejemplos sencillos de la vida diaria para enseñar.
-en parte, por ello se nos hace tan difícil vivir la Buena Noticia... nos hemos vuelto demasiado complejos y superficiales al mismo tiempo-
Jesús nos abre los ojos respecto de las acciones de buenos y malos.
Pero somos limitados y estamos atados al egoísmo que llamamos pecado.
Aún así, mirar y ver no es tan difícil; quizás sea cada vez más necesario redescubrir esas pequeñas semillas, esos pequeños frutos que sólo pueden provenir de almas que han hecho acopio de bondad, el único tesoro que importa.
Pues de frutos malos y tóxicos, hay un gran stock al que tristemente nos hemos habituado.
El primer ejemplo de tesoro de bondad y benevolencia que se me presenta es el de la queridísima Teresa de Calcuta.
Sin embargo, hay frutos del cielo que no debemos perder de vista.
Quizás sea el ¡buenos días! sincero de tu vecino, quizás el desconocido que te cede el paso, la palabra cálida de un amigo, la caricia de quien amamos, el gesto solidario de quien poco o nada tiene, la mirada comprensiva de una madre, el esfuerzo y la entrega de un padre por sus hijos...
Viendo esto, no ha de ser difícil construir nuestra morada sobre roca firme, la Palabra de Jesús hecha vida cotidiana.
Vendrán tormentas y tempestades, inundaciones o desastres pero el hogar de nuestras almas permanecerá en pié invariablemente.
¿Cómo ha de caerse, si nos sostiene el Señor en sus manos?)
Paz y Bien
Miedo a vernos a nosotros mismos
Para el día de hoy (11/09/09):
Evangelio según San Lucas 6, 39-42
(Es increíble la velocidad de la que somos capaces a la hora de señalar los defectos o pecados ajenos; tenemos habitualmente presto y dispuesto nuestro dedo acusador al hermano.
Nos resulta fácil indicar de modo doctoral los modos que debería adoptar el otro para quitar sus impurezas... Sin embargo, nos cuesta mucho barrer nuestro propio patio.
-Quizás tengamos miedo de lo que podamos ver en nuestro interior-
Nuestro Padre es Misericordioso para con todas sus hijas e hijos, y quiere que también lo seamos entre nosotros.
Por ello no debemos jamás abdicar en la corrección fraterna, aquella que se cimenta en la caridad.
Pero si pretendemos corregir el rumbo del hermano extraviado, debemos ver primero si nosotros caminamos por el sendero justo.
No hay mejor manera de hacer que el perdido regrese a casa que el testimonio de un corazón dispuesto a reconocer ante todo sus limitaciones y miserias y que, a pesar de ello, quiere permanecer fiel a ese Dios que constantemente sale en su búsqueda)
Paz y Bien
Los cuatro pilares de la comunidad
Para el día de hoy (10/09/09):
Evangelio según San Lucas 6, 27-38
(Los caminos del Señor son inescrutables y misteriosos... No siguen las veredas de la lógica humana.
No es lógico ni razonable oponer la otra mejilla al que nos golpea, amar a quien nos odia: no tiene parangón en nuestras mentes.
Estamos desmadradamente atados a la antigua legislación del Talión, ojo por ojo, diente por diente, vida por vida.
Por eso, el Reino de los Cielos pasa por la aceptación cordial antes que racional, pasa por descubrirnos hijas e hijos de un mismo Padre, todos, sin distinción, amigos o enemigos.
Y el Maestro nos conoce. Conoce nuestras miserias y debilidades, nuestras luces, nuestros claroscuros y nuestras zonas de tinieblas.
Así y todo, confía y cree en nosotros!
Y sabe que todo se nos hace muy cuesta arriba, aún la convivencia y construcción de la comunidad que se dice cimentada en Él.
Por eso, desde la sencillez y simplicidad de su Palabra, nos trae el aire fresco para que nuestras comunidades sean recintos de libertad y justicia, es decir, de vida en el Evangelio.
Son cuatro los pilares que hacen indestructible a una comunidad: amar, bendecir, hacer el bien y orar.
Amar, superar de una vez y para siempre la sombra del Talión, buscando sin cesar el perdón, la reconciliación y el bien del prójimo antes que el propio.
Bendecir -si nos fijamos con detenimiento, cuando pronunciamos bendecir casi casi decimos bien decir-, es imitar al Padre de todos, pura bondad y misericordia que dice y hace sólo el bien; es hacer presentes los buenos deseos.
Hacer el bien, la regla de oro de la ética personal, que Jesús nos enseña con el "hagan a los demás lo que quieren que ellos les hagan".
Orar, pues comunidad que no reza se seca y cae como hoja muerta.
El Señor está con nosotros... ¿Quién contra nosotros?)
Paz y Bien
¿De qué lado estás?
Para el día de hoy (09/09/09):
Evangelio según San Lucas 6, 20-26
(Si nos imaginamos por un momento la situación descripta en el Evangelio del día de hoy, nos puede estremecer ese Jesús que fija Su mirada en sus discípulos... sus ojos están fijos en cada uno de nosotros en este preciso instante, ahora mismo que estoy escribiendo, cuando estás leyendo...
Y esa mirada límpida que transpasa el alma nos habla claramente y sin tapujos ni figuras literarias.
Dios ofrece su salvación a toda la humanidad, pero está del lado del pobre, del hambriento, del que padece, del perseguido, del despreciado.
Y está del lado de mujeres y hombres concretos, de carne y hueso a los que conoce por nombre y apellido.
-El Reino de Dios no se trata de generalidades ni de utopías ni de cuestiones abstractas, sino de una realidad tangible, específica, actual-
Jesús no nos mira a los ojos para hacer una encendida apologética de los pobres, alabando virtudes o atenuando defectos, declamando demagogias insulsas... Nada de eso.
Nos mira fijamente a los ojos y nos pregunta de qué lado estamos...
Porque su Padre -que también es el nuestro- es Amor... Y si crece el Reino de ese Dios que es Amor, ha de florecer su justicia entre sus hijas e hijos.
Cuando no hay justicia, no hay Amor y por lo tanto, no hay vida.
Y todo lo que se opone a la Vida se opone a la voluntad del Altísimo.
Jesús se pone del lado de los pobres, de los que todos abandonan y nadie defiende.
Es el mayor signo de los tiempos: el rostro del Maestro resplandece en los más pobres, en los más pequeños, en los olvidados...)
Paz y Bien
Extraña genealogía
Natividad de María
Para el día de hoy (08/09/09):
Evangelio según San Mateo 1, 1-16.18-23
(Es usual al rastrear el apellido de alguna persona que se siga la línea paterna en su árbol genealógico, y develar de esa manera su identidad.
En tiempos de Jesús, esto era definitorio: tu identidad estaba signada por los hombres que te antecedían en el árbol familiar, de allí tu linaje y tu historia, pues las mujeres no contaban.
Detengámonos un momento para reflexionar y recordar -aunque sea a duras penas- que los caminos de Dios son inescrutables, asombrosos y que -¡Alabado sea!- no suelen coincidir con parámetros y lógica humanas.
Algo así sucede con la Palabra para el día de hoy.
El Evangelista Mateo, estableciendo una sorprendente genealogía de Jesús, hace cosas extrañas.
Dentro de esa línea originaria están Abraham y David: como descendiente de David, colma las esperanzas del pueblo judío a un Mesías prometido que vendría desde esa casa real; como descendiente de Abraham, todas las naciones de la tierra serán bendecidas con su llegada.
Y Mateo, si bien continúa la tradición de seguir la línea paterna, incluye en sus orígenes a cinco mujeres. Y no cinco mujeres cualquiera: cuatro de ellas serán extranjeras y paganas, a través de las cuales seguirá abriéndose paso en su maternidad la promesa de redención a través de los velos de la historia.
Es Tamar, la cananea que obligó a Judá a permanecer fiel a la Ley.
Es Raab, otra cananea -para colmo de males, prostituta- que confiesa a un Dios que no conoce pero que lo sabe Liberador y así ayuda al pueblo Elegido a llegar a la tierra prometida.
Es Betsabé, la hitita, tomada con violencia por el rey David, a quien le daría un heredero.
Es Rut, la moabita viuda y pobre que por amor y gratitud al pueblo de Israel se convertiría en la abuela del rey David.
Y llegamos a Ella.
María.
Bien lo dice una canción: -Si es Jesús la luz del día, Tú fuiste la madrugada...-
EL Dios del Universo eligió a una mínima e innominada muchachita, totalmente pobre, campesina y cabalmente judía para hacerse uno de nosotros.
Y quebrando toda lógica, permite que la Historia de la Salvación -que es la historia de la humanidad- quede supeditada a la respuesta de esta Mujer.
Como si Dios necesitara permiso...
Sin embargo, en su vientre se fué tejiendo amorosamente un Dios que quiso ser igual a sus hijas e hijos, y no tuvo empacho en hacerse un Niño frágil en brazos de su madre.
Quizás María sea Pura no sólo por quién llevó en su seno, sino también por el cómo: nada se reservó para sí, en su pequeñez -junto con sus seguros miedos y temores- lo dió todo a ese Dios que amaba.
La Historia tiene un antes y un después a partir de esta Mujer.
Si todos los años festejamos el Nacimiento del Salvador del mundo, la Navidad, es imprescindible festejar esta otra navitidad...
El Señor Jesucristo nos ha salvado, y todo ha sido posible por el sí permanente y definitivo de una pequeña mujer, amada y protegida por un ignoto, justo y santo carpintero galileo.
Loado y bendito sea Dios que ha elegido lo más pequeño para confundir al mundo y para traernos constantemente la Gracia de la Salvación.
Amén)
Paz y Bien
Cosas de Dios
Para el día de hoy (07/09/09):
Evangelio según San Lucas 6, 6-11
(Donde Jesús está presente, florece el Reino de Dios.
Y el Reino de Dios es Vida plena y abundante para todos, sin restricción.
Vida plena que es salud y pan, verdad y liberación, paz y justicia; y todo esto se cimenta en la identidad propia de cada mujer y de cada hombre.
No se trata el Reino de Dios de una bella utopía de Jesús, sino de una realidad bien concreta de un Padre que le dice a cada uno de sus hijas e hijos: -tu vida es importantísima-
-No hay identidad sin comunidad-
Por eso, el Maestro le dice al hombre de la mano seca: -Levántate y ponte ahí en medio-.
Para ese Dios hecho hombre, el centro de la vida -"en medio"- es ese hombre, que a menudo está soslayado, exluído y agobiado.
Para el Señor, no hay tarea mayor ni más importante que cuidar, proteger y promover la vida.
Y si de salvar vidas se trata, antepone ello a toda licitud o ilicitud, a toda ortodoxia o heterodoxia.
-Habrá seguramente muros a cada paso -a cada paso de bondad que Él daba, los fariseos se ofuscaban y deliberaban qué hacer con Él-.
A cada paso que nosotros demos, con frecuencia nos saldrán al paso este tipo de impedimentos que hasta podrán amenazar gravemente nuestras vidas.
Quizás sean tiempos de hacer silencio, suplicar la luz del Espíritu y mirarnos corazón adentro.
Mirar y ver si nuestra fé es sólo declamada en determinados ámbitos pero no vivida en todas partes.
Mirar y ver si nuestra fé ha quedado en la erudición y no en la sabiduría.
Mirar y ver si nuestra fe ha quedado relegada al culto y no más bien, un culto que expresa lo vivido todos los días.
Mirar y ver si nuestra fé tiene el mismo amor que Jesús: la vida del hermano, plena y libre en primer lugar y ante todo, primero que todo y por sobre todo.
Es cuestión sagrada.
Es cosa de Dios.)
Paz y Bien
¿Qué se entiende por el Reino de Dios?
Para Jesús acoger y promover el Reino de Dios -insistamos como El lo hizo- consiste en sanear la religión y procurar una sociedad humana justa y amable.
Jesús no solo denuncia lo que se opone al Reino de Dios. Sugiere además un estilo de vida más acorde con el Reino de su Padre-Dios. Como felizmente lo reflota Aparecida, Jesús no excluye a nadie; pero, su preferencia muy notable son los pobres…
Jesús no habla de pobreza en abstracto. Tampoco habla de los pobres para valerse de ellos y ganarse la simpatía o adeptos a su causa. Jesús, jamás cayó en el clientelismo y menos en la demagogia. Nunca alabó a los pobres por sus virtudes o cualidades. Para Jesús - si Dios se pone de parte de los pobres y en forma preferencial, no es por mérito alguno sino porque sufren injustamente. Dios reina haciendo justicia porque es Amor y no hay amor sin justicia ni justicia sin amor. De ahí que el pecado que más aborrece Dios -según el mensaje bíblico- es el pecado de injusticia y la denuncia más dura de Jesús fue contra la hipocresía de los que aparentaban ser justos a tiempo que robaban la herencia de viudas y huérfanos. Para Jesús el signo más claro que el Reino de Dios ya está viniendo es que Dios defiende a los pobres que nadie defiende.
Padre Obispo Miguel Esteban Hesayne
Obispo Emérito de Viedma
Imposible callarse
Para el día de hoy (06/09/09):
Evangelio según San Marcos 7, 31-37
(Nos dice la Palabra en el día de hoy que Jesús se había adentrado en la Decápolis -literalmente "diez ciudades"- fuera de Galilea, región de paganos de origen helénico.
Pero en su caminar por tierras paganas, no dará discursos, enseñará parábolas o instará a los lugareños a integrarse al pueblo elegido, nada de eso.
El Señor vá curando a todo aquel enfermo que encuentra en el camino, y no pregunta si es judío o gentil, si es creyente o nó, no considera si es bueno o malo.
Los cura, y con ello desde el silencio dice y hace presente el Reino de los Cielos, que es el bien y la bondad del Padre para todos sin distinción alguna.
Los paganos conocían su fama de "sanador", traen a su presencia a un sordo que hablaba con dificultad rogándole que le imponga sus manos.
-Detengámonos un momento y pensemos que en aquel entonces, y ahora también, un sordo que presentaba graves dificultades para hablar era un marginado: así como no podía escuchar al otro, tampoco podía expresarse por sí mismo...-
Y el Maestro cumple con las esperanzas que las gentes habían depositado en Él, más no del modo que todos presuponían.
No busca el espectáculo, lo multitudinario; antes bien, lleva al hombre aparte, y a solas le toca los oídos con sus dedos y la lengua con su saliva...Eleva sus ojos y su corazón al Padre, le dice -¡Effatá!- - ¡Ábrete!- y al instante, se abren los oídos cerrados y muertos y el enfermo comienza a hablar con normalidad.
Jesús lleva el Reino de los Cielos a todo lugar en donde se hace presente, y se pone totalmente del lado de los marginados.
Por eso, prohíbe a los presentes que cuenten a nadie del milagro ocurrido -¿acaso será porque el Reino ha de crecer en silencio y sin publicidades?-
Nos dice la Palabra qe cuanto más se lo prohibía, tanto más hablaban las gentes del milagro ocurrido, de la maravilla que había hecho Dios entre ellos.
-¡Todo lo ha hecho bien!- exclamaban a voz en cuello.
Tal vez sea ese nuestro destino, y el de todo ser tocado por la Gracia.
Es imposible callarse cuando nos damos cuenta que Él está con nosotros, y que viene germinando en nuestro corazón una nueva vida, la de su Reino.
Es más fuerte que una necesidad orgánica.
Y necesitamos también ser curados, pues andamos bastante enfermos.
Sordos de no escuchar la Palabra de Dios y de no escuchar al hermano.
Imposibilitados de decir palabras que hagan el bien y que traigan el bálsamo de la verdad)
Paz y Bien
De escándalos, irreverencias y fanatismos
Para el día de hoy (05/09/09):
Evangelio según San Lucas 6, 1-5
(Los fariseos consideraban un flagrante delito la no observancia de las leyes del sábado, cuestión que se tornaba de una irreverencia imperdonable.
Ellos habían absolutizado su legislación y normativa religiosas divinizándolas, pero a la vez oprimiendo a extremos intolerables al pueblo.
Y Jesús es Señor del sábado.
Y cuando prima el hambre, queda de lado toda ley.
Todo ser humano, bueno o malo, justo o injusto, santo o pecador, grande o pequeño, lleva en su corazón una dignidad innata: la de ser hijo de Dios, templo vivo del Espíritu -y no está excluído aquí nadie, aún los no creyentes-.
Cuando a un hijo de Dios le falta el sustento fundamental para la vida, cuando escasea el pan, se ofende gravemente al Padre común.
Por ello es tarea sagrada procurar sin desmayo que el hambriento tenga su pan, sin importar sus méritos, del mismo modo que el Padre Bueno obra con cada uno de nosotros.
Es claro que para este mundo de sistemas opresivos y excluyentes, de dictaduras, de pensamiento único, de soberbias religiosas darle de comer al hambriento nos hará acreedores a una buena ristra de sambenitos en apariencia ofensivos, que necesariamente son agresiones.
Pero no hay que temer, el Maestro es Señor del Sábado y del Universo, hermano y Señor nuestro y no nos abandona jamás.
Quiera su Espíritu volvernos para este mundo escandalosos denunciando la gravísima ofensa del hambre, obstinadamente irreverentes en la búsqueda del pan para el hambriento y amorosamente fanáticos para muchos promoviendo y protegiendo la vida de todo lo que le es contrario... Pues el hambre del hermano es preocupación de Dios, y hemos de volvernos caritativamente intolerantes frente a ello.
Alabado será Dios si nuestros hermanos no desfallecen de hambre)
Paz y Bien
Viejas molduras
Para el día de hoy (04/09/09):
Evangelio según San Lucas 5, 33-39
(El Espíritu Santo renueva todas las cosas...
Y el Reino de Dios es la novedad permanente de que Dios es Padre y sólo quiere nuestro bien como hijos suyos.
El Maestro ha venido a regalarnos una nueva vida en la Gracia... Esa nueva vida implica mujeres y hombres nuevos con nuevos corazones y nuevas mentes capaces de nuevos criterios y valores enraizados en la luz de la Palabra de Dios y no en preconceptos, normativas y pseudotradiciones muertas.
Sin embargo, nos empeñamos en volcar la potencia infinita y amorosa del Reino en viejas molduras que nos fabricamos para nuestra comodidad... Y son moldes que tienen el único destino de estallar y deshacerse: a veces somos tan ciegos que queremos ponerle un corsé humano a a infinitud y misericordia del Reino de los Cielos.
El Espíritu Santo renueva todas las cosas...
Roguemos para que nos ilumine y nos auxilie para desechar estos viejos moldes, para ser mujeres y hombres nuevos en pié por la bondad y el amor de la Gracia del Padre común que nos está buscando.)
Paz y Bien
Un Dios compañero y cotidiano
Para el día de hoy (03/09/09):
Evangelio según San Lucas 5, 1-11
(Jesús enseñaba a miles a la vez.
Multitudes se amontonaban a su alrededor para escuchar la Palabra de Dios.
Sin embargo, ver a tanta gente junta no obstaba para que perdiera de vista a las personas en su singularidad, en su individualidad, en su identidad única.
Quizás -sólo quizás- en lo cotidiano, en lo de todos los días sea en donde se manifieste con mayor certeza lo que somos cada uno de nosotros.
Allí, en lo que nos es diario y habitual, se hace presente Él.
Y pide, no impone -por eso a Pedro le pedía que apartara un poco su barca de la orilla-
Suele suceder que lo diario esté impregnado de rutina, y que esa rutina nos haga perder de vista el horizonte y nos vuelva obstinadamente estériles...Horas y horas gastadas sin frutos buenos, siquiera un pequeño pez logramos atrapar en la vorágine o en el hastío de nuestros días.
Pero Él no nos deja, jamás nos abandona y pide subirse a nuestra barca.
Se hace compañero en nuestra cotidianeidad.
Y su Palabra que es afecto y poder,nos transforma y nos quita la máscara asfixiante del miedo.
Y allí mismo es cuando ese Dios Todopoderoso, hermano y Salvador, compañero y Redentor nos dá muchísimo más de lo necesario. Tanto que la red de nuestro corazón parece estar siempre a punto de estallar de tan llena y plena de vida)
Paz y Bien
Sueños
SUEÑOS
Por ver la realidad
a veces nos matamos
los sueños sin piedad;
entregados sin luz a seguir
un camino distinto al sentir
perpetuos e indefensos, meros
seremos antes de entender la vida
por vivir.
En brisas sé quedar
y en brisas sé el camino
a la rica dignidad
la esperanza rendida en su fin
me hizo ver en dolor así
que un sueño es el mejor anhelo,
el aire que mantiene el beso
y el amor.
En los sueños, poseemos
ocasos abiertos al corazón,
el mensaje del alma,
un río, un brillo en crecimiento,
las horas quemadas
en tiempos del ayer.
El tiempo nos dirá
si llevan vientos claros
las fuerzas para andar.
Un silbido en la oscuridad,
penetrando en la atmósfera
del suelo que enseño el empeño,
será la voz y el eco sincero
para hallar.
En los sueños, poseemos
ocasos abiertos al corazón,
el mensaje del alma,
un río, un brillo en crecimiento,
las horas quemadas
en tiempos del ayer.
Por ver la realidad
Mis sueños van tejiendo un cielo.
Walter Carabajal
aquí se puede escuchar:
Poder y ternura
Para el día de hoy (02/09/09):
Evangelio según San Lucas 4, 38-44
(Jesús se dirigió a la casa de Simón Pedro; allí se encontraba la suegra de éste gravemente enferma. Los presentes le suplican que haga algo por ella, de tan mal que estaba.
El Señor, pudiendo curarla a la distancia -tal es su poder- se inclina sobre ella y con la autoridad de su Palabra, hace que el mal salga de la mujer.
Y al instante, ella se levanta y se pone a servirlos.
La noticia se difunde con prontitud.
Por eso al atardecer, una multitud iba hacia donde Él se encontraba llevándole a sus enfermos para que los cure. Y el Maestro, sin amedrentarse, les iba imponiendo sus manos uno a uno y los sanaba...
Llega el amanecer, y Jesús -posiblemente muy cansado- quiere retirarse a un lugar solitario para descansar y orar. Pero la multitud se enteró, y no cejaron en su búsqueda hasta que lo encontraron, pues querían retenerlo, que no estuviera lejos de ellos.
Se equivocaban.
Lo buscaban sólo por las consecuencias de los milagros, y no por el significado de los milagros que es traer todo lo bueno del Reino de los Cielos: salud, solidaridad, comunión, servicio...
A simple vista, parecería que en el Evangelio de este día Jesús no pronuncia una palabra, pero nos dice mucho, muchísimo.
Nos dice que los ruegos de la comunidad siempre son escuchados -le rogaban que curara a la suegra de Pedro- y que esos ruegos han de ser primordialmente la preocupación comunitaria por la hermana o el hermano que sufre.
Nos dice que Dios nos libera no tanto "de" sino más bien "para"... La liberación -no debo cansarme de insistir/me en ello- es el paso de la servidumbre del mal y el dolor al servicio.
Y nos dice especialmente que Jesús toma todas nuestras cosas en forma enteramente personal: se inclinó ante la suegra de Pedro, le imponía las manos a cada uno de los enfermos... Y previo a ejercer su poder de curar y liberar, el Maestro ejerce su ternura.
Dios es Todopoderoso y lo expresa en su Infinita Misericordia dicha con ternura)
Paz y Bien
¿Qué quieres de nosotros, Jesús?
Para el día de hoy (01/09/09):
Evangelio según San Lucas 4, 31-37
(La Palabra del Señor es poderosa; no en el sentido solamente de los efectos capaz de causar, sino especialmente porque es Palabra de Vida y Palabra viva, enraizada en el Amor que es Dios y dicha con una autoridad que causa asombro, la del Maestro.
Es tal su autoridad y su poder que el mal ya no puede prevalecer, por más artilugios que invente.
La Palabra de Jesús es liberación porque derrama bondad y verdad sin condiciones, por pura misericordia sobre los hombros de seres agobiados por el dolor.
¿Porqué no pensar que el endemoniado que nos relata el Evangelio de hoy es un hombre alienado, desdoblado, enajenado de su libertad e instrumento de otros, imposibilitado de hablar por sí mismo?...
Por eso Jesús manda a callar las voces del endemoniado -voces que le son ajenas- y le devuelve con su Palabra de santidad y bondad su propia voz, su libertad y la capacidad de pensar, hablar y decidir por sí mismo.
Asombrémonos también nosotros con la increíble autoridad de Jesús y permitamos que su Palabra Viva expulse a todos los demonios que nos atan y nos impiden ir hacia Dios a través del hermano, descubriendo qué quiere Él de nosotros)
Paz y Bien