Una sonrisa


Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón,
conserva nuestro buen humor,
guarda nuestra alma en paz,
vigoriza la salud,
embellece nuestro rostro
e inspira buenas obras.

Sonriamos a los rostros tristes,
tímidos, enfermos, conocidos,
familiares y amigos.

Sonriámosle a Dios con la aceptación
de todo lo que El nos envíe y
tendremos el mérito de poseer
la mirada radiante de su rostro
con su Amor por toda la eternidad.

Las palabras de Cristo son muy claras,
pero debemos entenderlas como una
realidad viviente, tal como Él las propuso.
Cuando Él habla de hambre,
no habla solamente del hambre de pan,
sino hambre de amor,
hambre de ser comprendido,
de ser querido.

Él experimentó lo que es ser rechazado porque
vino entre los suyos
y los suyos no lo quisieron.
Y Él conoció lo que es estar solo,
abandonado, y no tener a nadie suyo.

Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas
en todo el mundo destruyendo
hogares y naciones, habla de no tener hogar,
no solamente un cuarto con techo,
pero el anhelo de ser aceptado,
de ser tratado con compasión,
y que alguien abra nuestro corazón
para recibir al que se sienta abandonado.

Beata Madre Teresa de Calcuta, M.C.

2 comentarios:

Fray Marcos dijo...

Aporvecho para desearte felices pascuas.

Un abarzo. Paz y bien.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Que tengas una Pascua plena de felicidad junto a los tuyos en el Espíritu del Resucitado. Un abrazo. Paz y Bien. Ricardo

Publicar un comentario

ir arriba