Desde lo cotidiano


Para el día de hoy (26/04/12):

Evangelio según San Juan 6, 44-51

(Siempre ha sido fuente de estudios, análisis y controversias la búsqueda de Dios. Muchos han realizado ingentes esfuerzos a partir de la razón -en diversas épocas de la historia- para justificar o negar su existencia, y es un tema que no se agotará con facilidad, pues está indisolublemente unido a las preguntas y necesidades primordiales y más raigales de la humanidad.

Sin embargo, Jesús de Nazareth nos enseña y revela una perspectiva asombrosa: no es tanto el empeño puesto en esa búsqueda como infinito es el esfuerzo de un Dios que es Padre saliendo en nuestra búsqueda, de modo incansable, tenazmente amoroso, sagradamente revestido de bondad y ternura.

Ese Dios que nos busca no se oculta en nubes pretéritas, en cielos inaccesibles, en su abismal alteridad. Es un Dios que se deja encontrar, es un Padre que nos está constantemente llamando, es una Madre que nos lleva de la mano por los senderos más oscuros.
Y es en medio de nuestra cotidianeidad en donde se hace presente con su increíble y maravillosa Gracia, regalo infinito de liberación y salvación para toda la humanidad sin excepción.

A ese Dios lo encontraremos en el pan compartido, en cada gesto de compasión, en cada acto de bondad, en el perdón que nos sana, en la misericordia que nos levanta.

En la comunidad que se reúne en torno a ese Jesús que es hermano y Señor, allí precisamente acontece el Reino y florece la fé como don y misterio, creciéndose impetuosa y humilde la vida eterna.)

Paz y Bien


1 comentarios:

soledad interior dijo...

Es un Dios que se deja encontrar, es un Padre que nos está constantemente llamando,grcias.

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